El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha ratificado la condena a un empresario del sector marisquero por un delito de frustración de la ejecución, tras considerar acreditado que actuó de forma deliberada para eludir el pago de más de 1,5 millones de euros en la adquisición de la empresa Mariscos Penimar.
El alto tribunal gallego confirma además la responsabilidad penal de tres sociedades vinculadas a su nombre, que deberán asumir la misma sanción económica y cuya disolución ha sido ordenada judicialmente. El condenado tendrá que abonar, junto a la restitución de la deuda, una multa superior a 6.800 euros.
Los jueces concluyen que el empresario diseñó un entramado societario con el único propósito de aparentar insolvencia y frustrar la ejecución de las resoluciones judiciales. Entre las maniobras acreditadas figuran la creación de nuevas empresas y la transferencia de bienes, incluidas naves y buques mercantes, con el objetivo de eludir las reclamaciones de la vendedora.
Aunque la Fiscalía inicialmente acusó también a su exesposa y a tres hijos, la Sala los absolvió al no demostrarse su participación activa en los hechos. La sentencia enfatiza que el uso de estructuras mercantiles con fines fraudulentos constituye una grave violación del principio de buena fe contractual.
El TSXG destaca la necesidad de proteger la seguridad jurídica en las operaciones empresariales y advierte de que este tipo de actuaciones no solo perjudican a las partes implicadas, sino también al tejido económico de Galicia, especialmente en sectores como el pesquero y el marisquero. La resolución, ya firme, sienta un importante precedente en materia de responsabilidad penal por impagos intencionados en el ámbito mercantil.
El TSXG también mantiene la condena a las firmas Mariscos Anduriñamar, CTM Delavía y CTM Marítima como responsables penales del delito. La sentencia requiere la disolución de las tres empresas.