Aurora boreal en Cabo Ortegal en una foto de Victor Armada remita a O Tempo da CRTVG

A pesar de que una borrasca persistente ha cubierto gran parte del territorio con nubes y lluvia incesante, algunos afortunados lograron capturar en sus lentes la danza mágica de la Aurora Boreal, tiñendo el horizonte de tonos rojizos y morados, un fenómeno que se ha manifestado con una intensidad inusual en diversas latitudes españolas en las últimas jornadas.

 

Aunque la nubosidad que ha acompañado a la borrasca estacionaria ha impedido que la mayoría de los habitantes de la comunidad pudieran ser testigos directos del evento, la evidencia fotográfica confirma su presencia. Puntos concretos, lejos del denso manto de nubes que empapa el país, han proporcionado las ventanas perfectas para inmortalizar este prodigio de la física atmosférica, demostrando que incluso la climatología más adversa puede tener resquicios de belleza.

 

Aurora boreal en As Neves en una foto de José Manuel Galiñanes remitida a O Tempo da CRTVG

 

. El resplandor polar, más conocido en las regiones árticas, es una visita sumamente infrecuente en la península ibérica, lo que convierte cada imagen tomada en un hito. Mientras que la mayoría de Galicia ha estado sumergida bajo el agua y la niebla, varios aficionados a la astronomía y la fotografía, armados con paciencia y equipos sensibles, lograron sortear las nubes. Cabo Ortegal, con su despejado horizonte marítimo, así como el interior de la provincia de Pontevedra, en concellos como As Neves, y el corazón de A Coruña, en Vila de Cruces, figuran entre los lugares privilegiados desde donde se pudieron tomar instantáneas de esta efímera pero intensa explosión de luz.

 

Las imágenes que circulan en redes sociales y medios de comunicación muestran un cielo teñido de un intenso color carmesí, un tono característico de las auroras que se observan en latitudes más bajas. La ciencia detrás de este regalo visual radica en la interacción de partículas cargadas provenientes del Sol con la atmósfera terrestre, que habitualmente se concentra en los polos.

 

¿Por qué una tormenta solar crea auroras?

 

La razón de esta inusitada visibilidad de las luces del norte en España  tiene su origen en el espacio profundo. Deste fenómeno extraordinario es la consecuencia directa de una serie de tormentas solares de una potencia excepcional. El Sol ha liberado eyecciones de masa coronal (CMEs) extraordinariamente energéticas, proyectando miles de millones de toneladas de plasma a altísimas velocidades hacia el planeta.

 

Cuando esta inmensa nube de partículas cargadas choca con el campo magnético de la Tierra, se produce una compresión y reorientación de las líneas de fuerza magnética. Esto permite que una mayor cantidad de partículas penetre en la atmósfera a altitudes más bajas y en latitudes que normalmente están fuera de su alcance, provocando un resplandor visible en lugares inusuales como Galicia. 

 

El índice de severidad de estas perturbaciones geomagnéticas recientes ha sido catalogado como uno de los más altos de los últimos ciclos solares, lo que explica la amplitud del área de visibilidad de las auroras, que se extendió desde el norte de Europa hasta el Mediterráneo.

 

Los fotógrafos que consiguieron capturar las imágenes han compartido su asombro ante la intensidad del color. Aunque el fenómeno geomagnético pueda tener implicaciones en las comunicaciones o redes eléctricas a escala global, en este caso, su impacto más visible y recordado será, sin duda, la belleza etérea que trajo a los cielos de Galicia, ofreciendo un contrapunto al gris de la borrasca.

Aurora boreal en Vila de Cruces en una foto de José R Moiré remitida a O Tempo da CRTVG

¿Se podrá ver las próximas noches?

La tormenta geomagnética severa de nivel G4 que impactó la Tierra sigue activa, pero está perdiendo fuerza de manera gradual. Los modelos de predicción del clima espacial sugieren que la inestabilidad podría extenderse hasta mañana, 14 de noviembre, manteniendo abierta una pequeña ventana de oportunidad para la observación en latitudes bajas como la Península Ibérica durante esta próxima noche.

 

Sin embargo, la situación es distinta a la de ayer debido a un factor crucial: la meteorología local. Para los observadores en Galicia y la cornisa cantábrica, el mayor enemigo esta noche no será la falta de actividad solar, sino la cobertura nubosa.

 

¿Qué pueden esperar los que tengan suerte de un cielo despejado?

 

Quienes decidan probar suerte y encuentren un hueco entre las nubes deben recordar que, en nuestras latitudes, el fenómeno suele manifestarse de forma mucho más sutil que en el Ártico. A menudo no se perciben cortinas verdes danzantes, sino un resplandor estático de tono rojizo o rosado hacia el horizonte norte. 

 

En muchos casos, este brillo es casi imperceptible para el ojo humano y solo se revela a través de los sensores de las cámaras o teléfonos móviles configurados en larga exposición, que son capaces de acumular la luz que nuestra retina no logra captar. Por tanto, aunque la probabilidad física persiste, las condiciones atmosféricas hacen que el avistamiento sea mucho más complicado que hace veinticuatro horas.

 

Jose Moiré tomando imágenes de la aurora en una foto remitida al Galicia por Diante de la CRTVG

 

 

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