Enfrentarse a un litigio, una negociación de convenio o un proceso de divorcio genera una notable incertidumbre y no es para menos.
La primera reacción de muchas personas ante una situación de tensión como es el inicio de un proceso legal es realizar una apresurada búsqueda genérica en internet, lo que arroja miles de resultados que, a menudo, aportan más confusión que claridad.
¿Debo apostar por un letrado que tenga el despacho cerca? ¿Es mejor que busque uno con buenas reseñas? ¿Y si las reseñas positivos son sobre otra temática pero no sobre el tipo de pleito al que me enfrento? ¿Debo recurrir a un abogado que solo me atienda por internet cuando es un pleito sobre derecho civil en Galicia? ¿Es cierto que Galicia tiene su propio régimen jurídico para regular las herencias?
La sucesión de dudas puede ser infinita. Es evidente que es tal sobrecarga de información dificulta, incluso imposibilita, discernir la idoneidad de un letrado para un caso concreto.
El derecho es un campo extremadamente amplio y complejo. Aunque cualquier abogado colegiado está facultado en teoría para asumir la defensa en cualquier jurisdicción, la realidad de la profesión demuestra que la especialización es un grado decisivo.
Las leyes están en constante cambio y acumular experiencia en un ámbito concreto es lo que permite a un profesional conocer los entresijos procesales, la jurisprudencia más reciente y las estrategias más efectivas.
No se afronta con las mismas garantías un despido si se contrata a un abogado que dedica el noventa por ciento de su tiempo a divorcios, y viceversa. Un letrado enfocado en derecho de familia conocerá al detalle las sensibilidades y procedimientos del juzgado de familia, mientras que un laboralista dominará la negociación colectiva y los matices del Estatuto de los Trabajadores. Uno especializado en herencias sabrá, por ejemplo, que la porción de la herencia que la ley reserva obligatoriamente para los herederos forzosos, como los hijos, no es igual en Galicia y en España. Es la práctica diaria lo que consolida el verdadero conocimiento.
El filtro contra el ruido digital
Ante esta necesidad de acotar la búsqueda, una de las opciones más eficientes que ha ganado terreno en los últimos años es el uso de directorios profesionales especializados. Estas plataformas digitales actúan como un puente curado entre el cliente y los despachos, ofreciendo un censo de profesionales que va más allá de un simple listado telefónico, aportando contexto y credibilidad.
La gran ventaja de estos directorios no es solo que permiten localizar letrados, sino que han sido diseñados para responder a las dos preguntas clave del usuario: ¿está cerca de mi zona? y ¿es experto en mi problema? Estos portales han entendido que la necesidad del cliente no es genérica; nadie busca "un abogado" en abstracto, sino un "abogado para un desahucio", un “abogado para una multa por dar positivo” o un "abogado para una herencia".
Utilizar estas herramientas permite filtrar los resultados con una precisión que una búsqueda abierta en la red no ofrece. Se puede segmentar por provincia, ciudad e incluso código postal, y simultáneamente seleccionar la rama del derecho específica requerida, sea penal, administrativo, fiscal o civil. Esto ahorra una cantidad ingente de tiempo en llamadas y consultas infructuosas a despachos que no manejan esa materia.
Herramientas al servicio del ciudadano
El objetivo de estos servicios, por ejemplo Buscarunabogado.com, es reducir la fricción en el proceso de buscar un abogado. Al presentar perfiles verificados y clasificados por especialidad, se incrementa la transparencia y se ayuda al usuario a tomar una decisión informada. Esta preselección basada en la competencia específica del letrado aumenta la confianza del cliente en que su caso será manejado por manos expertas desde el primer minuto.
En el mercado existen diversas herramientas que facilitan esta tarea. Un ejemplo de estas plataformas profesionales es Buscarunabogado.com, un portal que, además de los filtros habituales de especialidad y localización, ha incorporado servicios pensados para la urgencia que a veces requieren los asuntos legales.
Conscientes de que muchos problemas no pueden esperar, este tipo de portales optimizan el contacto. En el caso mencionado, se ofrece un servicio de llamada telefónica inmediata donde, tras una breve calificación del problema, el propio sistema se encarga de asignar y poner en contacto al usuario con un profesional disponible y especializado en la materia y zona requeridas, agilizando al máximo la primera toma de contacto.