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El BNG ha denunciado "negligencias graves" en las obras que la Xunta está acometiendo en el CIFP Manuel Antonio de Vigo, cuya comunidad educativa lleva semanas alertando de problemas en el centro por esos trabajos.

La diputada nacionalista, Alexandra Fernández, y el portavoz municipal, Xabier Pérez Igrexas, han realizado este lunes una visita al CIFP acompañados por docentes de varios departamentos, y han constatado el "desastre" de la situación desde el inicio del curso, con unos trabajos de reforma de la cubierta, que han tildado de "chapuza" debido a la "pésima gestión y nula supervisión" de la Xunta.

El BNG ha advertido de que estos problemas "están poniendo en riesgo tanto al alumnado como al profesorado" del centro, con 1.500 matrículas, provocando la suspensión de clases y obstaculizando la actividad educativa.

Por ello, los nacionalistas han avanzado la presentación de una batería de iniciativas en el Parlamento de Galicia para exigir soluciones a la administración autonómica.

Según han subrayado, las obras están provocando "más deficiencias de las que ya existían", como filtraciones de agua en los distintos edificios, fuertes olores de materiales aislantes y partículas de polvo en suspensión que hacen "el ambiente irrespirable".

Así, en uno de los talleres cayó parte del techo durante una clase, y en otras aulas tienen que tener cubos en el suelo para recoger goteras. A esto se suman los ruidos constantes; la "falta de medidas de seguridad por parte de los operarios", en la realización de tareas como el desescombro; o los daños que se están causando a equipamientos y maquinaria del centro.

El BNG ha lamentado la "opacidad" de la Xunta sobre esta situación y ha criticado que se haya limitado a constituir una comisión de seguimiento de las obras cuando se hicieron públicas las protestas. Por ello, Alexandra Fernández ha exigido al gobierno gallego que escuche las demandas de la comunidad educativa.

Mientras, el portavoz municipal nacionalista, Xabier Pérez Igrexas, ha criticado el "doble castigo" de la Xunta a la educación pública, primero "abandonando" los centros y luego causando un "desastre" por no supervisar y controlar los trabajos.

RESPUESTA DE LA XUNTA
Ante las denuncias del BNG, la Xunta ha remarcado que hace años que se realizan "muchas obras" en centros educativos "con total garantías gracias a la experiencia de los técnicos y de las empresas implicadas" y, en el caso del CIFP Manuel Antonio se celebró una reunión la pasada semana con todos los delegados de clase "en la que se respondió satisfactoriamente a todas sus peticiones" y se creó esa comisión de seguimiento.

Además, han insistido desde la administración autonómica, la dirección del centro "se coordina" con la empresa encargada de las obras para que haya "la menor afectación posible" y, en las últimas semanas, también se realizaron trabajos nocturnos para minimizar las molestias. "Como es normal, una obra de esta envergadura puede producir molestias, como sucede cuando lo hacemos en nuestras casas, pero trasladamos un mensaje de tranquilidad porque el resultado merecerá la pena y el objetivo en todo momento es afectar lo mínimo imprescindible a la actividade lectiva", han señalado fuentes autonómicas.

Las obras, que cuentan con un presupuesto de 1,5 millones de euros, permitirá el cambio de cubiertas, la impermeabilización, la mejora de la accesibilidad con un nuevo ascensor y la habilitación de aseos adaptados. La previsión es que los trabajos estén terminados en los primeros meses de 2026.

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