Jacobo Porteiro, tercer candidato a rector de la Universidade de Vigo y promete una renovación por el consenso
lunes, 17 de noviembre de 2025, 17:21
La Universidade de Vigo entra en una etapa clave de su proceso electoral hacia el Rectorado con la presentación de una tercera candidatura. Este lunes, el catedrático Jacobo Porteiro, referente en el área de Máquinas y Motores Térmicos, comunicó a los medios su decisión de concurrir a la convocatoria que definirá el futuro de la institución académica gallega. La noticia refuerza una escena universitaria marcada por la pluralidad de modelos y trayectorias profesionales, consolidando una contienda en la que compiten ya tres perfiles de relevancia en el claustro de la UVigo.
Porteiro, que se desempeña en la Escuela de Ingeniería Industrial, ha destacado en su anuncio la necesidad de una renovación institucional “valiente, audaz y construida desde el amplio acuerdo de toda la comunidad universitaria”. Con este argumento, matiza su intención de abrir un periodo de cambio con su proyecto “ConSenso”, que expondrá de forma detallada este martes ante la opinión pública en una rueda de prensa en el Edificio Redeiras.
El docente argumenta que su propuesta se fundamenta en la búsqueda de consensos, remarcando el valor de alcanzar acuerdos en el seno de la comunidad universitaria para abordar los retos y transformaciones que demanda el actual contexto académico.
Trayectorias con peso en la UVigo
La pugna por el Rectorado se caracteriza en esta edición por el elevado nivel de experiencia de los tres aspirantes ya confirmados. Jacobo Porteiro es catedrático de universidad especializado en sistemas energéticos y máquina térmica, con una larga trayectoria en la difusión de conocimientos científicos dentro y fuera del aula, y en el fomento de la transferencia tecnológica, un aspecto que ha fortalecido su perfil dentro del ámbito de la ingeniería industrial.
A su vez, Belén Rubio fue la primera en postularse para liderar la institución. Rubio, especialista en microbiología y profesora titular de la universidad, ha ocupado posiciones directivas tanto en el ámbito de la docencia como en la gestión investigadora de la UVigo. Su propuesta pone el énfasis en el refuerzo de las políticas científicas universitarias y en la consolidación de los logros alcanzados en los últimos años dentro del equipo rectoral.
Por su parte, Carmen García Mateo, reconocida por su carrera en la ingeniería de telecomunicaciones, aparece como la tercera candidata tras una trayectoria claramente vinculada a la investigación innovadora y al impulso de la transferencia tecnológica. García Mateo destaca por su participación en proyectos de relevancia y por su compromiso con la integración de la perspectiva de género en la docencia y en la investigación, un tema de creciente centralidad en la vida universitaria.
Hasta la fecha, todos los candidatos han enmarcado sus estrategias en torno a objetivos de mejora para la UVigo, aunque con matices diferenciados en cuanto a los métodos y prioridades. Mientras Porteiro expone la idea de una reforma consensuada y transversal, Rubio insiste en la consolidación de estructuras y en la protección de los logros del actual equipo directivo. En tanto, García Mateo aboga por la innovación y el refuerzo de la transferencia de resultados hacia la sociedad gallega y el tejido productivo.
¿Cuál es el peso en el voto de profesores, alumnos y trabajadores?
El sistema electoral para elegir al Rectorado de la Universidad de Vigo distribuye el peso de los votos entre los distintos colectivos universitarios de forma ponderada, otorgando mayor protagonismo al profesorado doctor con vinculación permanente. Así, este grupo representa el 51% del total de los votos válidos emitidos, consolidándose como el colectivo con más influencia en la decisión.
El resto del personal docente e investigador cuenta con un 9% del peso en la votación, mientras que el alumnado, aunque es el grupo más numeroso, representa el 25% del total. El personal de administración y servicios participa con un 15% en el reparto del voto.
La ponderación se realiza siempre sobre los votos válidos emitidos en cada candidatura, asegurando que el sistema refleje el criterio mayoritario de cada sector, y cada votante solo puede emitir un sufragio en el colectivo al que pertenece.