En la lucha contra el cáncer, la tecnología juega un papel fundamental, y un reciente avance en radioterapia está dando esperanzas para hacer los tratamientos más seguros y efectivos. Un equipo de investigadores del Instituto de Microelectrónica de Barcelona del CSIC ha desarrollado un nuevo tipo de detector que mejora la precisión de los tratamientos y, lo más importante, protege a los pacientes de la radiación secundaria no deseada.
¿Qué son los nuevos detectores y cómo mejoran la radioterapia?
Este avance se basa en el uso de detectores de carburo de silicio (SiC), un material mucho más resistente que el silicio tradicional, capaz de soportar las altas dosis de radiación que se generan durante los tratamientos de radioterapia. Los aceleradores lineales de radioterapia, conocidos como LINAC, son los encargados de emitir haces de radiación para tratar tumores. Sin embargo, cuando estos aceleradores trabajan a ciertas intensidades, generan radiación secundaria en forma de neutrones, que, al no ir dirigidos al tumor que se trata, pueden dañar tejidos sanos cercanos.
El nuevo detector desarrollado por los investigadores catalanes se enfoca en detectar estos neutrones térmicos. De modo que los médicos pueden ajustar las dosis de radiación con mayor precisión y así minimizar riesgos y asegurar que el tratamiento se centre exclusivamente en el tumor y no se disperse afectando a tejidos sanos.
Un avance crucial para la seguridad de los pacientes
Actualmente, existen detectores de neutrones en radioterapia, pero no son tan eficaces en condiciones de alta radiación. Lo que hace único a este nuevo dispositivo es su capacidad para funcionar en ambientes de radiación extrema sin perder precisión.
Además, estos nuevos detectores pueden monitorear la radiación en tiempo real, lo que es esencial para tratamientos más personalizados y precisos. Esto podría cambiar la forma en que se lleva a cabo la radioterapia, permitiendo a los profesionales ajustar las dosis de manera más exacta y garantizando que la radiación no afecte áreas del cuerpo que no deberían ser tratadas.
¿Por qué es tan relevante este descubrimiento?
Este paso adelante tiene implicaciones muy positivas para los pacientes, ya que se espera que reduzca los riesgos de daño a tejidos sanos, lo que, a su vez, puede disminuir los efectos secundarios de la radioterapia. Al conocer con mayor precisión la cantidad de radiación que llega a los tejidos cercanos al tumor, los médicos pueden ajustar los tratamientos para que sean más efectivos y menos invasivos para el resto del cuerpo. Mejorando la calidad de vida de aquellas personas que se someten a este tipo de tratamientos. Este avance podría reducir significativamente los efectos secundarios de la radioterapia, como la fatiga o el dolor en tejidos no afectados por el tumor. Además, al permitir dosis más precisas, los pacientes podrían experimentar una recuperación más rápida.
Además, por si fuera poco, estos nuevos dispositivos son más accesibles y económicos que otras tecnologías de detección, lo que podría facilitar su implementación en más hospitales y centros de tratamiento de todo el mundo.
Menos riesgos y más precisión en el tratamiento del cáncer
El trabajo realizado por el equipo del Instituto de Microelectrónica de Barcelona es un paso adelante en la lucha contra el cáncer, haciendo que los tratamientos sean más seguros, efectivos y accesibles. Estos nuevos detectores ofrecen una mayor protección a los pacientes y abren la puerta a futuras aplicaciones en otros campos cruciales, como la seguridad nuclear y la investigación científica. Sin duda, estamos ante ... seguir leyendo en Catalunyapress.es .