Después del debate generado en Vigo en torno a la posible venta del Celta a manos chinas, el presidente del club ha decidido no seguir adelante con la operación. Esta misma mañana el propio Carlos Mouriño convocó a los consejeros para comunicarles su decisión.


La oferta rondaba los 100 millones de euros, pero el mandatario celeste prefiere no vender. Eso sí, los frentes abiertos siguen siendo ahora la batalla por el estadio y la ciudad deportiva como grandes prioridades para el Celta.


Y sobre esto tiene mucho que decir el alcalde de la ciudad, que ha mostrado ya su "respeto" a la decisión Carlos Mouriño de romper el preacuerdo, aunque ha vuelto a insistir en que "el estadio no se vende".


En respuesta a preguntas de los medios sobre esta decisión, el alcalde ha señalado: "igual que respeté su decisión cuando se planteó la venta, respeto su decisión ahora".


No obstante, Abel Caballero ha vuelto a insistir en que el estadio municipal de Balaídos "no está en venta", la misma respuesta que, en su día, dio a Carlos Mouriño cuando el presidente celeste planteó la compra de esa infraestructura (en pleno proceso de remodelación, con una inversión superior a los 30 millones de euros).


"Siempre dimos y siempre daremos facilidades a la directiva del Celta. Solo ponemos un límite: que se cumpla la ley y las normas. Pero el estadio, ni se puede ni se va a vender", ha apostillado.

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