Tras el traumático cierre de Tórculo Comunicación Gráfica el pasado verano, la historia de la histórica imprenta compostelana no ha llegado a su punto final. Un grupo de extrabajadoras y extrabajadores ha decidido emprender un nuevo camino bajo el nombre de Silográfico, un proyecto de diseño e impresión que retoma la actividad en las mismas instalaciones de la Vía Gutemberg, 5, en el Polígono Industrial del Tambre. Sin duda, un notable ejemplo de resiliencia laboral y solidaridad entre trabajadores.
Frente a la liquidación de la antigua empresa, la antigua plantilla ha optado por un modelo de autoempleo basado en la Economía Social. El equipo fundador se ha constituido como una sociedad laboral, una fórmula empresarial donde la mayoría del capital pertenece a los propios trabajadores. Para dar forma legal y financiera a esta iniciativa, han contado con el asesoramiento y el apoyo del Hub Olympe Emprende, una entidad especializada en impulsar proyectos de este cariz.
El contexto del que surge Silográfico es el de una de las crisis empresariales más sonadas de los últimos meses en la capital gallega. Tórculo, fundada en 1981 por Jacobo Bermejo, entró en concurso de acreedores a finales de 2024. Pese a los intentos por salvar la unidad productiva, incluida una oferta de compra por parte de un grupo catalán que finalmente no fructificó, la compañía cesó su actividad definitivamente en julio. El cierre supuso el fin de una era y afectó a una plantilla de cerca de cincuenta trabajadores. Una parte de ellos intenta remontar el vuelo ahora en Silográfico.
El legado de Tórculo, sin embargo, iba más allá de lo industrial. Durante más de cuarenta años, la imprenta fue un aliado indispensable del sector cultural gallego. Por sus máquinas pasaron libros fundamentales de editoriales gallegas, publicaciones institucionales, tesis doctorales y proyectos artísticos de museos y universidades. Su desaparición no solo fue un golpe laboral, sino que también dejó un vacío en la memoria cultural de Compostela.
Ahora, Silográfico busca recuperar esa confianza y experiencia. El nuevo equipo, que ya está plenamente operativo, mantiene la profesionalidad y la cercanía que caracterizaba a la anterior etapa, trabajando con "rigor, honestidad y compromiso". Además, operan como socios del Grupo Muriel, reforzando su capacidad en el sector.
Bajo el lema "Ti decides; nós facémolo", la nueva sociedad laboral ofrece un servicio integral que abarca desde el diseño gráfico y la producción editorial hasta soluciones de packaging y distribución. En un mundo dominado por lo intangible, su apuesta se centra en la calidad y en el valor de lo tangible, demostrando que el papel y la tinta siguen siendo claves para que Galicia redacte su propio futuro.