Archivo - Juzgados de Santiago, en Fontiñas

El joven sospechoso de apuñalar a otro en la Alameda de Santiago de Compostela, en un suceso ocurrido el pasado domingo 23 de noviembre, se ha entregado a las autoridades judiciales. Tras comparecer voluntariamente en el juzgado de guardia, el individuo ha quedado en libertad provisional, aunque se le han impuesto medidas cautelares y de alejamiento respecto a la víctima. Este incidente pone de nuevo el foco en los altercados violentos en la capital gallega, generando preocupación en la ciudadanía.

 

Según la información facilitada por fuentes de la Policía Nacional, el altercado tuvo lugar cerca de las 20:30 horas en el céntrico parque de la Alameda. El desencadenante de la disputa fue, al parecer, que la víctima "se metió" con la pareja del presunto agresor, lo que derivó en una acalorada discusión. Este tipo de enfrentamientos, a menudo magnificados por las redes sociales, reflejan un clima de tensión social latente en determinados ámbitos juveniles de Galicia.

 

A raíz de la disputa verbal, el agresor extrajo un arma blanca y asestó dos puñaladas al otro joven. Tras la agresión, el autor del ataque se dio a la fuga inmediatamente, sin ser localizado en las horas posteriores al incidente. La rápida actuación de los servicios de emergencia permitió el traslado urgente del herido al Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS).

 

La víctima está fuera de peligro

 

Fuentes de la Policía Nacional han confirmado que, a pesar de la gravedad de los hechos, la vida del joven herido no corre peligro. Este dato es crucial y ha servido para tranquilizar a la población, que sigue de cerca la evolución de este tipo de sucesos. La investigación policial se mantuvo activa desde el momento del apuñalamiento, con el objetivo de esclarecer todos los detalles. La entrega voluntaria del sospechoso ante el juzgado agiliza ahora el proceso judicial.

 

Tras la comparecencia, el juzgado ha determinado la libertad con medidas para el joven. Esto implica que deberá cumplir una serie de restricciones, siendo la más destacada la orden de alejamiento que le impide acercarse a la víctima o comunicarse con ella por cualquier vía. Aunque la justicia ha optado por la libertad vigilada, el proceso penal por la agresión con arma blanca sigue su curso. Por el momento, no se ha hecho público el posicionamiento del joven agredido sobre las medidas cautelares, ni el de la defensa del acusado.

 

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