Decía el escritor portugués José Saramago que: “Hay que recuperar, mantener y transmitir la memoria histórica, porque se empieza por el olvido y se termina en la indiferencia.” Quizás es lo que está sucediendo con algunas personas de la intelectualidad catalana, algo que me parece sorprendente. En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México, Barcelona es la ciudad invitada en esta edición. Una presencia importante, en la que están participando escritores catalanes (que escriben en catalán y castellano), así como una amplia representación del consistorio barcelonés encabezada por su alcalde Jaume Collboni. También ha participado el presidente de la Generalitat, Salvador Illa.
El alcalde barcelonés anunciaba en la inauguración del espacio de Barcelona que el ayuntamiento, en colaboración con el Consorcio de Bibliotecas de Barcelona y Casa América Catalunya, impulsará una beca residencial para autores latinoamericanos, dotada con 80.000 euros. El motivo: reforzar el vínculo entre Barcelona y Latinoamérica. La beca, que han denominado “Narrar Barcelona”, ofrecerá un espacio de creación.
El presupuesto de la beca incluye el desplazamiento desde su país de origen, el alojamiento durante el tiempo en Barcelona, el apoyo necesario para poder realizar su trabajo de investigación, así como la edición y distribución de la obra.
El anuncio de Collboni ha sentado fatal a la Asociación de Escritores en Lengua Catalana (AELC), que ha protestado por la becay pide retirarla. El argumento de la AELC es que la beca excluye a “los Países Catalanes”. En ese escrito "solidario" sugieren que el dinero se destine a escritores locales. Para animar el panorama, el portavoz de Junts en el ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, reclama que se retire la beca o que se convoque una del mismo nivel y dotación económica para autores catalanes.
Aún se recuerda en Catalunya el boom de escritores latinoamericanos que vivieron en Barcelona, y algunos en otras poblaciones de la provincia, en los años 60 y 70. Una “trasfusión de sangre nueva”, como lo define el escritor Eduardo Mendoza. Quienes tienen memoria ,todavia recuerdan que estos escritores fueron recibidos con los brazos abiertos. Barcelona fue en esa época una ciudad de referencia con proyección internacional y además muy divertida. En esos años, figuras como Vargas Llosa, García Márquez, Cortázar, Fuentes o Donoso eligieron Barcelona. La responsable de más de uno de ellos fue la agente literaria a la que tanto se le debe, Carmen Balcells, y, cómo no, el editor Carlos Barral, a quienes se les debe un gran reconocimiento.
Barcelona, por desgracia,ha ido perdiendo ese liderazgo y reconocimiento como la “Meca de la literatura”. La capital de Catalunya quiere recuperar ese lugar literario que la situaba en un lugar privilegiado, abierto, integrador, donde la buena literatura marque su sello de identidad. Una idea que ha vuelto a lanzar Collboni aprovechando su presencia en la Feria Internacional de Guadalajara. Decía el genial Francisco de Quevedo que: “El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien.”
No entiendo la postura de la AELC y su salida de tono. Quizás lo que tocaría es alcanzar un acuerdo con el ayuntamiento de Guadalajara, México, o con otra ciudad importante de allí, como por ejemplo Tampico, ciudad donde nació el Doctor Robert (hijo de catalanes), que fue alcalde de Barcelona, y que esa beca esté dirigida a escritores catalanes para conocer esa ciudad y a los descendientes de los exiliados catalanes. Los vínculos que unen a esta ciudad u otra con Barcelona.
Barcelona, Catalunya y España deben estar eternamente agradecidas a Latinoamérica, donde los exiliados e inmigrantes españoles fueron acogidos con los brazos abiertos. Se le debe ese reconocimiento; sino, que se lo pregunten a los que aún viven. Algunos han manifestado que son catalanes/españoles, pero también mexicanos; no es excluyente. El sentimiento no es único.
El presidente Illa ha visitado a algunos de esos catalanes y algunos de ellos han manifestado: “Mis raíces están en Catalunya, los frutos me los han dado aquí.” Una afirmación que define perfectamente que las personas, por haber formado una familia, morirían allí. La vida de las personas es inclusiva, no excluyente. Decía Javier Marías que: “Sentir gratitud y no expresarla es como envolver un regalo y no darlo.” Alguien dijo, y no le falta razón, que somos seres inconstantes y estúpidos, con mala memoria y un don para la autodestrucción.