La Federación Galega de Alimentación, Mar e Terra (FGAMT-CIG) de Vigo, a través de su secretario comarcal, Anxo Igrexas, ha advertido de que existen establecementos “que a día de hoy mantienen a personas trabajadoras sin contrato y sin figurar de alta en la Seguridad Social”, mientras que en otros casos se ha constatado “personal obligado a realizar más horas de las que aparecen en sus contratos” o empresas que no respetan los descansos semanales mínimos establecidos por la ley.
El sindicato subraya que este tipo de comportamientos constituyen una doble vulneración, tanto de los derechos laborales de las personas afectadas como de las obligaciones empresariales ante la Seguridad Social, lo que “supone una práctica fraudulenta que genera competencia desleal frente a las empresas que sí cumplen las normas”.
Desde la FGAMT-CIG aseguran haber recogido numerosas denuncias de trabajadores y trabajadoras del sector, muchos de ellos anónimos por miedo a represalias, y que la situación afecta a negocios de distinto tamaño, algunos de ellos reincidentes en estas conductas.
El sindicato presentó en los últimos meses cuatro denuncias formales ante la Inspección de Trabajo, aunque lamenta que aún no se haya emitido ninguna resolución sobre estos casos. A juicio de la central, este retraso prolonga la impunidad de las empresas infractoras y desprotege a los empleados afectados, que continúan trabajando en condiciones “precarias e ilegales”.
Uno de los aspectos más preocupantes que destaca la FGAMT-CIG es la manipulación del registro de jornada laboral, una obligación que desde 2019 deben cumplir todas las empresas. Según la organización sindical, “hay negocios que directamente no hacen el control horario y otros que, aunque lo hacen, falsean los registros para hacer parecer que se cumple la normativa, cuando en realidad se están sobrepasando los límites legales de jornada”.
Estas prácticas, advierte la CIG, acaban generando un contexto laboral de explotación, en el que muchas personas trabajan largas horas por debajo del salario correspondiente, sin cotizar correctamente ni disfrutar de vacaciones o descansos. Además, apunta que las mujeres siguen ocupando la mayoría de estos puestos infravalorados, sufriendo así una doble discriminación: laboral y de género.
Ante este escenario, la FGAMT-CIG exige a la Inspección de Trabajo una campaña de control intensiva en el conjunto de panaderías y pastelerías de la comarca. El sindicato considera imprescindible una actuación coordinada que acabe con las irregularidades estructurales del sector y que sirva como advertencia a las empresas que incumplen la ley.