Para el 2050, las tasas de mortalidad por melanoma maligno habrán disminuido con respecto a sus niveles actuales, pero el número de personas que mueren por la enfermedad aumentará por el envejecimiento de las poblaciones. Sin embargo, si resultan eficaces nuevos tratamientos para el cáncer de piel mortal, la cifra de muertes podría también descender, según una investigación que se presenta este domingo en el Congreso Europeo del Cáncer (ECCO, por sus siglas en inglés), que se celebra en Ámsterdam, Países Bajos.


El profesor Philippe Autier, del Instituto Internacional de Investigaciones Preventivas de Lyon (Francia), señala que las personas que corren mayor riesgo de morir de melanoma son aquellas nacidas entre 1900 y 1960, cuando se desconocían los peligrosos efectos de la exposición a los rayos ultravioleta (UV) del sol y los profesionales de la salud creían que el sol era positivamente beneficioso.


"Estas creencias fueron impulsadas por las observaciones de que la exposición a la luz ultravioleta y el sol podría curar algunas infecciones de la piel y el raquitismo y por el descubrimiento de la vitamina D -explica--. Era común que los bebés y los niños en edad escolar fueran tratados con dispositivos comerciales que emiten rayos UV y expuestos, sin ropa, al sol del mediodía".


Y añade: "Esta moda se desvaneció en la década de 1960, cuando se pusieron a disposición tratamientos eficaces, como vacunas y antibióticos y se tuvo consciencia de que la exposición al sol y las quemaduras de sol durante la infancia eran fuertes factores de riesgo para desarrollar cáncer de piel en la vida posterior".


LAS MUERTES SUBIRÁN HASTA 2035


Debido al envejecimiento de las poblaciones, el número real de muertes por melanoma continuaría aumentando hasta 2030-2035. Los investigadores predijeron estos números basándose en la suposición de que no existe terapia efectiva para el melanoma. "Con una terapia eficaz, esperamos ver disminuciones en el número de muertes por melanoma a partir de 2030", apunta Autier.


"A medida que pasa el tiempo, las muertes por melanoma se harán cada vez más raras en personas menores de 50 años, y después de 2050, prácticamente todas las muertes por melanoma ocurrirán en personas mayores de 70 años", subraya. 


"También muestran que vale la pena proteger a los niños frente a los rayos UV porque las tasas de muerte por melanoma siguen bajando desde alrededor de 1960 hasta la actualidad a medida que se ha ido extendiendo la protección de los niños contra los rayos UV mediante la ropa, poniéndoles a la sombra y evitando la exposición excesiva al sol en la mayoría de las poblaciones de piel clara, comenzando por Australia", resalta.


"La exploración cutánea, basada en la detección temprana oportunista de cánceres de piel, no afecta a la mortalidad por melanoma y nuestros análisis confirman esta evidencia. Por lo tanto, las generaciones que han sido excesivamente expuestas a altas dosis de UV mantienen alta probabilidad de desarrollar un melanoma mortal en alguna etapa de su vida", continúa.


"La buena noticia es que el riesgo disminuye rápidamente a medida que la protección de la piel aumenta y que empiezan a estar disponibles tratamientos efectivos, pero todavía tenemos un largo camino por recorrer antes de tener terapias asequibles capaces de prolongar varios años la supervivencia de los pacientes con melanomas avanzados con una calidad de vida decente", señala.

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