El Sergas inmuniza en los hospitales a los primeros bebés de la campaña frente al virus respiratorio sincitial

La actividad asistencial muestra una evolución desigual según la edad. Las consultas por bronquiolitis aguda en atención primaria disminuyeron un 9,6% entre los menores de dos años, con una incidencia de 536,4 consultas por cada 10⁵ habitantes. Sin embargo, la tendencia es contraria entre los nacidos entre abril y septiembre (aumento del 19,5%) y los menores de seis meses (subida del 10%).

 

En cuanto a las hospitalizaciones por VRS, las cifras bajaron ligeramente respecto a la semana anterior. Entre los menores de dos años se notificaron 25 ingresos por cada 10.000 habitantes, mientras que en el grupo de mayores de 60 años la tasa fue de 1,2 ingresos, ambos datos en descenso. La Consellería de Sanidade advierte, no obstante, que estos datos deben interpretarse con cautela, a la espera de confirmar si la onda epidémica se estabiliza.

 

Actualmente hay 100 personas hospitalizadas en Galicia con infección por VRS, de las cuales una permanece en la UCI. El 70% son mayores de 60 años y el 10% menores de un año, dos grupos especialmente vulnerables.

 

Vigo y Santiago concentran más ingresos hospitalarios

Por áreas sanitarias, Vigo es la que registra más hospitalizados, con 29 personas, seguida de Santiago de Compostela y Barbanza, con 26, y Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras, con 17 ingresados. El resto de áreas presentan cifras más moderadas.

 

Aunque el virus comenzó a circular con más fuerza a partir de la semana 50, los expertos destacan que su comportamiento está siendo más leve que en temporadas anteriores, cuando el pico de positividad superó el 10% en pleno invierno.

 

Galicia alcanza una cobertura vacunal récord

En materia de prevención, Galicia destaca por su elevada cobertura de inmunización frente al VRS. Más del 97% de los recién nacidos durante la campaña recibieron su dosis en las primeras 24-48 horas tras el parto. Además, la vacunación “de recaptación”, dirigida a menores de seis meses al inicio de la campaña, supera ya el 94,6%.

 

En total, 9.888 personas han sido inmunizadas contra el virus en Galicia. La campaña continúa activa hasta el 31 de marzo de 2026, y se desarrolla directamente en los hospitales. Galicia fue una de las primeras comunidades en aplicar esta estrategia sistemática de vacunación neonatal, que busca reducir las hospitalizaciones pediátricas por bronquiolitis.

 

El ensayo clínico “Sincigal” supera los 16.000 participantes

A la par de la vacunación, el Servizo Galego de Saúde impulsa el ensayo clínico Sincigal, puesto en marcha el 20 de noviembre para evaluar la eficacia de la inmunización en personas adultas. El reclutamiento permanecerá abierto hasta el 31 de enero de 2026 para todas las personas mayores de 18 años interesadas en participar.

 

Hasta la fecha, 16.464 gallegos y gallegas forman parte del estudio, de los cuales el 87,6% tienen más de 60 años. Toda la información sobre los centros y puntos de referencia se encuentra disponible en www.sincigal.com.

 

La evolución de este proyecto podría proporcionar datos clave para futuras campañas de vacunación, en un contexto en el que el virus respiratorio sincitial mantiene su impacto estacional y continúa siendo un desafío relevante para la salud pública gallega.

 

El virus respiratorio sincitial (VRS) es un virus muy contagioso que infecta las vías respiratorias y es una de las causas más frecuentes de bronquiolitis y neumonía en bebés, así como de infecciones respiratorias graves en personas mayores o con enfermedades crónicas. En la mayoría de niños mayores y adultos provoca un cuadro similar a un resfriado, pero en lactantes, personas de edad avanzada o con defensas bajas puede causar complicaciones serias que requieren hospitalización.​

 

Qué es el VRS

El VRS es un virus de ARN que afecta sobre todo al epitelio respiratorio, desde la nariz hasta los pulmones. Casi todos los niños se infectan al menos una vez antes de los 2 años, y las reinfecciones a lo largo de la vida son frecuentes.​

 

Se transmite principalmente a través de gotitas respiratorias al toser o estornudar, por contacto cercano con personas infectadas o al tocar superficies contaminadas y luego la boca, nariz u ojos. Su circulación es estacional, con picos habituales en otoño e invierno en el hemisferio norte.​

 

Síntomas

En adultos y niños mayores suele parecer un resfriado común:​

  • Mocos y congestión nasal.
  • Tos leve o moderada.
  • Fiebre baja.
  • Dolor de garganta, estornudos, malestar general o dolor de cabeza.​
  • En lactantes y personas vulnerables puede afectar al tracto respiratorio inferior y producir bronquiolitis o neumonía:​
  • Tos intensa y sibilancias (pitos en el pecho).
  • Respiración rápida o dificultosa, con tiraje (se hunden las costillas al respirar) o aleteo nasal.​
  • Fiebre más alta, coloración azulada alrededor de labios o uñas (cianosis) por falta de oxígeno.​
  • En bebés: mala alimentación, irritabilidad, somnolencia excesiva o episodios de apnea (pausas en la respiración).​

 

Consecuencias y complicaciones

En la mayoría de personas sanas, la infección se resuelve sola en una o dos semanas sin secuelas. Sin embargo, en grupos de riesgo el VRS puede causar enfermedad grave:​

  • Bronquiolitis aguda y neumonía que requieren ingreso hospitalario, especialmente en menores de 1 año.​
  • Empeoramiento de enfermedades previas, como cardiopatías, EPOC, asma o insuficiencia cardíaca en adultos mayores.​
  • Necesidad de oxígeno, ventilación mecánica e ingreso en UCI en casos muy graves.​

Los más vulnerables son:​

  • Prematuros y lactantes menores de 6–12 meses.
  • Niños con cardiopatías congénitas o enfermedad pulmonar crónica.
  • Personas mayores, especialmente mayores de 60–65 años.
  • Pacientes inmunodeprimidos o con enfermedades crónicas graves.

 

Tratamiento

No existe un tratamiento antiviral específico para la mayoría de los casos de VRS, por lo que el manejo es fundamentalmente de soporte.​


En cuadros leves, se recomienda:​

  • Buena hidratación y control de la fiebre con antitérmicos pautados por el profesional sanitario.
  • Limpieza nasal (suero fisiológico) en bebés y niños pequeños.
  • Vigilar la respiración, la alimentación y el estado general.

En casos graves o en grupos de riesgo puede ser necesario:​

  • Ingreso hospitalario para oxígeno, suero intravenoso y soporte respiratorio.
  • En algunas situaciones muy concretas (por ejemplo, inmunodeprimidos), se pueden usar medicamentos específicos bajo control hospitalario.​
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