Gaizka Garitano ha acudido esta mañana a Abegondo para despedirse de los jugadores y dar su adiós oficial ante los medios de comunicación. En su comparecencia, el técnico dijo asumir que "ante la presión de los malos resultados el club ha buscado un revulsivo y en estos casos el entrenador es el que paga. Si el club entiende que lo mejor es esto, lo acepto y ojalá las cosas vayan bien a partir de ahora".


El vasco quiso dar las gracias a a afición, a los trabajadores del Dépor y a los jugadores, así como a "Tino y su junta directiva por el trato recibido y a Richard Barral por su honestidad y ayuda durante estos meses".


"En el proceso y en las formas no tengo ningún pero, el club ha hecho las cosas como las hay que hacer", reconoció Garitano, quien remarcó que "tanto Richard, como yo, como Tino, hemos funcionado muy bien en el cara a cara. En estos casos la sinceridad es lo mejor y así lo hemos entendido todos".


El entrenador dijo que llegó "con dos objetivos claros: poder mantener el equipo de una manera más holgada que en los dos últimos años y para arreglar unos problemas bastante graves en el vestuario". El segundo de los objetivos lo ve cumplido, "en ese aspecto el vestuario hoy en día funciona". Sin embargo, es consciente de que la permanencia holgada no parecía posible, por la mala suerte en muchas ocasiones, aunque también porque "seguro que habremos hecho cosas mal".


"La exigencia sabía que era alta cuando vine y así tiene que ser, este es un gran club y quien no esté a la altura no tiene sitio", afirmó. No obstante manifestó que "confiaba mucho en los jugadores y en mi trabajo. Hubiéramos sacado adelante la situación. El trabajo no he podido acabarlo, pero el entrenador que venga lo acabará bien.


Sobre la destitución, aseguró que "no existía ningún ultimátum, pero el último resultado fue muy doloroso y esas cosas precipitan los acontecimientos".


De cara a terminar la temporada, cree que "la plantilla está capacitada para mantenerse en Primera. Anímicamente necesita un par de resultados buenos. Yo he tratado de contagiar ese estado de ánimo, pero los jugadores afrontan las derrotas de una forma distinta". A Pepe Mel, si al final llega, le desea "la mayor de las suertes".

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