Interior de la planta nuclear de Garoña.


La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) echará el cierre definitivo después de que el Gobierno haya acordado no autorizar la solicitud de renovación de autorización de la explotación de la planta, según ha anunciado el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, a una semana de que se cumpliese el plazo para que el Ejecutivo tomase una decisión.


En una rueda de prensa convocada este martes para informar de la decisión del Gobierno sobre el futuro de la planta nuclear burgalesa, la que más años ha operado en España, el ministro ha explicado que la orden ministerial que tiene que emitir el Gobierno al respecto "será la de denegación" de la continuidad de la explotación porque las "circunstancias actuales" no garantizan la suficiente certidumbre, en relación a la oposición de todos los grupos políticos de la oposición a la reapertura y a las discrepancias sobre la solictud también expresadas por Iberdrola y Endesa.


La decisión del Gobierno se ha tomado seis meses después de que el pasado 8 de febrero el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) emitiera un informe favorable --con el voto en contra de la entonces consejera Cristina Narbona-- a la renovación de la autorización de explotación sin una fecha determinada.


EL RESTO SE ACERCAN A LOS 40 AÑOS


Este informe establecía un conjunto de 10 condiciones, 15 instrucciones técnicas complementarias y un programa de pruebas de arranque en el que se verificaría el cumplimiento de todo ello, antes de que la central pudiera, en caso del permiso del Gobierno, volver a cargar combustible.


Una vez emitido el informe favorable la pelota estaba en el tejado del Gobierno, ya que las empresas propietarias de Nuclenor, Iberdrola y Endesa no llegaron a un acuerdo sobre si seguir adelante con la solicitud que formularon en 2014 para poner de nuevo en marcha el reactor burgalés hasta 2031.


De ese modo, Garoña se convertiría en la primera central nuclear en llegar hasta los 60 años de operación y abriría el camino al resto de centrales españolas, que se van acercando progresivamente hasta los 40 años de vida útil, en pleno proceso del Gobierno por definir el modelo energético del futuro.


NO SUPONE UN PRECEDENTE


Endesa ha afirmado que respeta y asume la decisión adoptada por el Gobierno, aunque ha asegurado que "afecta única y exclusivamente" a esta planta, por lo que "en ningún caso supone precedente o referencia alguna para la viabilidad técnica y económica del resto de centrales nucleares españolas".


El Foro de la Industria Nuclear Española entiende que la decisión del Gobierno de cerrar de manera definitiva la central "no condiciona la continuidad de la operación del resto del parque" nuclear español.


En este contexto, reclama que la energía nuclear "desempeña un papel esencial en el mix eléctrico" al tratarse de la primera fuente de producción eléctrica en España y recuerda que no emite gases ni partículas contaminantes a la atmósfera.

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