Pape Cheikh, por última vez en Balaídos. Foto: RC Celta


El ritmo del mercado de fichajes a última hora dejó pendientes deberes en el Celta. Y es que hasta este lunes Pape Cheikh no pudo despedirse de la afición y del club.


El canterano, incorporado ya al Lyon, supuso el mayor traspaso firmado por el Celta con un jugador formado en sus categorías inferiores.


El jugador quiso despedirse con una carta de agradecimiento, al club, a sus ex compañeros y a la afición.


En el 2013 llegué al Celta y el tiempo ha pasado volando. Soñaba con el fútbol y tenía muchas ilusiones. Me he sentido como en casa, me han cuidado mucho, se han preocupado por mí y he estado muy protegido. Es un día muy especial para mí. Quiero dar las gracias al club por darme la oportunidad de despedirme de mi afición.


Tengo muchos recuerdos bonitos, pero en especial me quedo con estos dos: el primero fue cuando debuté en Primera División, contra el Espanyol en Balaídos, un recuerdo inolvidable. Y el segundo momento fue cuando marqué mi primer gol en Primera División, al Granada.


Hoy le doy las gracias a todas esas personas que me han ayudado a crecer como futbolista y como persona. A mi familia, al club, a sus dirigentes (en especial a su presidente, Carlos Mouriño), a mis compañeros, a los entrenadores, a los trabajadores y a una afición que siempre me ha tratado con mucho cariño, por todo esto me llevo a este club y a esta ciudad en mi corazón.


Seguiré al Celta desde Lyon como un celtista más. Gracias por todo. ¡HALA CELTA!


Tras contestar las preguntas de la prensa posó en el césped de Balaídos con su carné de abonado.


POWERED BY BIGPRESS