El falso techo escondía el circuito de vigilancia. Foto: CIG

El sindicato CIG ha denunciado la aparición de cámaras de vídeo ocultas en la cafetería de personal del Hospital do Barbanza.


Se trata del segundo caso de este tipo en concesiones de la empresa Aramark, tras la aparición de otra cámara oculta en el falso techo del cuarto de descanso del personal del servicio de cafetería del Clínico de Santiago.


En esta ocasión, la encargada de Aramark fue vista en la noche del pasado martes desmantelando un circuito de videovigilancia del que los trabajadores no tenían constancia, "el mismo día" que la delegada de personal solicitó por escrito al gerente de la empresa la certificación de los dispositivos instalados tras tener constancia de la aparición de las cámaras ocultas en Compostela.


Según la CIG, la empresa comunicó en diciembre la instalación de cámaras de seguridad en el centro de trabajo, con tres dispositivos visibles y sin ningún elemento que permita la grabación de audio.


"Si las cámaras son legales, ¿cómo se explica el proceder de la encargada? ¿O es que hay tres cámaras que cumplen la normativa y a mayores un sistema oculto del que no se ha informado?", critica Roberto Alonso, secretario comarcal de CIG-Servizos.


Este mismo lunes, Aramark reconoció la instalación de una cámara oculta en la sala de descanso del personal del CHUS, que atribuyó a un "descuadre de caja". En concreto, explicó que contrató a un detective tras detectar esta circunstancia, que fue quien instaló el dispositivo.


En este sentido, el sindicato se pregunta por las razones de la instalación de esta cámara en otro centro sanitario, lamentando que la empresa "no dude en vulnerar derechos fundamentales para espiar a sus trabajadores".


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