La segunda semana de octubre está siendo catastrófica para importantes espacios naturales de Galicia, por culpa de los incendios forestales.


Desde el domingo se superan las 1.200 hectáreas arrasadas, sobre todo en los fuegos que afectan al Parque Natural da Baixa Limia-Serra do Xurés, pero también al Courel, desde este miércoles.


Con el dispositivo de extinción desmantelado a final de septiembre, unos ocho incendios de más de 20 hectáreas (de los que informa Medio Rural) están en distintas fases de extinción.


Continúan activos tres en la provincia de Ourense. Uno de ellos en Lobios, que lleva unos 90 hectáreas arrasadas desde el domingo en la parroquia de Río Caldo. Otros dos en Vilariño de Conso, que empezaron ayer y esta madrugada y han quemado ya 150 y 20 hectáreas, respectivamente.


El otro incendio activo se encuentra en Lugo, en Folgoso do Courel, que ha quemado unas 150 hectáreas en un día.


En situación de estabilizados están uno en Lobios, de 650 hectáreas que afecta al interior del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, y otro en Chandrexa de Queixa, que ronda las 50 hectáreas.


Y controlados se encuentran otro incendio en el parque natural de 51 hectáreas de extensión y otro en Vilar de Barrio que llegó a las 80.


FEIJÓO ESQUIVA LAS CRÍTICAS


El presidente de la Xunta ha rechazado que su Ejecutivo haya "desmantelado" el dispositivo contra incendios forestales, cuyo funcionamiento ha defendido, en un escenario en el que, ha admitido, el riesgo "es máximo", sobre todo en las zonas de interior. "Y cada día que pasa con menos lluvia y más temperatura es peor", ha aseverado.


"Siempre hacemos los operativos pensando donde hay máximas dificultades, y es en las zonas del interior de Galicia, sobre todo hacia Castilla donde se dan ahora y donde estamos actuando", ha reivindicado, antes de apelar a "no equivocarse" de enemigo porque "la responsabilidad" debe ser "de los que encienden el fuego", no de quienes "lo apagan".


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