El Ministerio del Interior desplegará un amplio dispositivo compuesto por 10.000 agentes de los Mossos d'Esquadra con apoyo de otros 3.000 policías y guardias civiles para tratar de blindar la seguridad de los comicios del 21 de diciembre.


Aparte de los 3.000 agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, otros 2.000 efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado estarán movilizados en un retén de reserva inmediata, por si fuera necesario su despliegue. La intención del Gobierno es enviar a una patrulla a cada uno de los 2.700 colegios electorales y extremar la vigilancia para prevenir ciberataques o directamente sabotajes que puedan poner en duda el resultado electoral.


De esta forma, los Mossos d'Esquadra dirigidos por Ferran López, que relevó al mayor Josep Lluís Trapero al frente de la policía catalana por decisión del Ministerio, doblarán el número de efectivos movilizados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.


En Cataluña se desplegó desde antes del referéndum ilegal del 1 de octubre un amplio dispositivo de refuerzo con efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil movilizados desde diferentes puntos de España. Dicho dispositivo, que reforzó a la plantilla fija de unos 6.000 agentes entre ambos Cuerpos policiales, ha ido decreciendo en las últimas fechas al entrar en vigor el artículo 155.


La orden del Gobierno es reforzar desde antes del 21D la seguridad para garantizar el recuento, que se realiza de forma telemática y también manual. El Ejecutivo, que confía en que no haya ningún incidente de relevancia, ha defendido el rigor de los procesos electorales en España ante las dudas planteadas por algunos candidatos de formaciones independentistas.


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