Última de las pancartas colgadas en Riazor. Fuente: Twitter.


El derbi gallego de este fin de semana se aproxima, y con él se alzan la emoción y la rivalidad de los hinchas de los equipos protagonistas. El enfrentamiento entre el Dépor y el Celta es uno de los encuentros más esperados del fútbol gallego, pero este año ha estado marcado por la curiosa participación de sus aficionados a través de distintos carteles y pancartas en la ciudad deportiva; todas ellas plagadas de mensajes de motivación, de pique intencionado que busca añadir una dosis extra de emoción y de orgullo férreo.


El ‘derbi de las pancartas’ ha dado mucho que hablar entre hinchas y jugadores de ambos equipos. No sin polémica, algunos las han tachado de ofensivas en la expresión de sus palabras o de incitar a la violencia, mientras que otros seguidores del encuentro se ha tomado la iniciativa con humor y como una excusa para celebrar la rivalidad y la competitividad que caracteriza al mundo del fútbol.


“Ellos sueñan con nosotros, seamos su pesadilla”. Así rezaba la última de las pancartas colgadas en las gradas de Riazor, cerrando la historia de piques, frases descontextualizadas y palabras de amor/odio que caracterizó a los intentos de la afición por darle más 'vidilla' al encuentro.


Entre ellas podemos encontrar las declaraciones de Unzué: “Qué suerte, el sábado jugamos en Coruña”, dichas en referencia a un partido que puede motivar más de lo normal a sus jugadores, pero que garabateadas en un cartel tornan en algo completamente diferente.



“Aspas: El Celta es el mejor equipo del mundo” fue otra de las arremetidas de la afición, junto con las palabras de Abel Caballero, alcalde de Vigo, que pronosticaban la victoria del Celta. 




Critóbal Parralo no ve en estos mensajes una incitación a la violencia, puesto que “sólo pretenden motivar”. “Es una semana diferente”, concluía el entrenador  sobre lo que para muchos será un derbi especial antes siquiera de tener lugar. Hugo Mallo, por su parte, defendía que con las pancartas "se estaban equivocando". Más allá de la división de opiniones, se trata de un ejemplo perfecto de lo que ocurre cuando el fútbol se ve rozado por el meme y las ansias de rivalidad de sus aficionados: el derbi de las pancartas.

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