Santiago participa en un proyecto europeo para reforzar la sostenibilidad de las ciudades Patrimonio Mundial

El Consorcio de Santiago participa en el proyecto europeo 'AtlaS-WH', que se centra en la sostenibilidad de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad incluidas en el Área Atlántica, que comenzó en el 2017 y que está liderado por la ciudad portuguesas de Porto.

En esta iniciativa participarán, además de Santiago, ciudades como Edimburgo y Florencia, debido a su experiencia en la gestión de sitios Patrimonio Mundial.

Esta semana se celebrará una reunión de los socios en Porto, a la que asistirán la gerente del Consorcio de Santiago, Belén Hernández; y la arquitecta de la Oficina Técnica del Consorcio, Idoia Camiruaga, que, además, es la coordinadora del proyecto por parte de Santiago.

OBJETIVOS DEL PROYECTO
El proyecto tiene como objetivo "el desarrollo sustentable de la Unesco, que pretende, de aquí a 2030, poner en práctica políticas encaminadas a promover el turismo que cree puestos de trabajo, promueva la cultura y los productos locales".

Así, los principales desafíos a los que se enfrenta cada Patrimonio Mundial son el turismo, la pérdida de población, la gestión de riesgos, el cambio climático y la eficiencia energética.

Idoia Camiruaga, ha manifestado que los sitios urbanos del Patrimonio Mundial representan un importante valor cultural en el contexto del Área Atlántica, y que este proyecto es un paso relevante para su preservación, mejora y sostenibilidad.

Por otra parte, se busca el desarrollo de estrategias y políticas públicas para la sostenibilidad de las ciudades, así como modelos participativos y abiertos a la comunidad. También se pretenden llevar a cabo herramientas de gestión y guías de evaluación.

Por último, la idea es crear una "red duradera" de sitios urbanos del Patrimonio Mundial para intercambiar mejores prácticas y reforzar su cooperación.

Con esto, el resultado principal del proyecto será la elaboración de Planes de Sostenibilidad de cada sitio, dirigidos a "mejorar su protección y atractivo, promover actividades económicas locales y al bienestar de la población".

PAPEL DE SANTIAGO EN EL PROYECTO
El Consorcio de Santiago fue incorporado a este proyecto debido a su experiencia en la gestión y protección de patrimonio. Su labor se centra en detectar los "desafíos comunes" a los que se enfrentan las ciudades participantes, a través de un estudio de los planes estratégicos y del planteamiento urbano de cada una de ellas.

El propósito es llegar a una "estrategia única para mejorar su habitabilidad, destacando el valor de la participación de la ciudadanía en todo el proceso de mejora".

Este estudio de diagnóstico inicial, ya realizado, incluye el estado del patrimonio en cada una de las ciudades, la conservación de edificios, la situación del espacio público, habitantes, actividades económicas, medio ambiente, turismo, además del modelo de gobernanza y sostenibildad.

De este estudio diagnóstico inicial se ha concluido que el turismo en estas ciudades, que debe ser una fuente de ingresos para el conjunto de la ciudadanía, se presenta como una "amenaza". Camiruaga ha explicado que se necesita desarrollar recursos que permitan una "gestión óptima del turismo" para que las ciudades no se conviertan en "parques temáticos". Así, el reto común es el de cambiar el paradigma de regulación de los sitios Patrimonio Mundial.

El proyecto, que se aprobó en el 2017 y se prolongará hasta finales de este año, cuenta con un presupuesto total de 1.822.665 euros, de los cuales, aproximadamente 1.400.000 están financiados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).