El área sanitaria compostelana pone en marcha el programa de rehabilitación cardiaca en el Hospital do Barbanza
El área sanitaria compostelana ha puesto en marcha la unidad de rehabilitación cardiaca en el Hospital do Barbanza, que se convierte así en el primer hospital comarcal gallego y uno de los pocos de España, en contar con esta prestación.
Asimismo, según ha explicado la Xunta, se amplía la capacidad del gimnasio de RhC del Hospital Clínico de Santiago para poder incluir enfermos con otras patologías cardíacas. La compra de los aparatos necesarios para estas dos iniciativas se realiza con fondos donados por el empresario Ramiro Carregal.
Esta mañana, el empresario ha acudido al Hospital do barbanza para la presentación del programa, en un acto que ha estado presidido por la gerente del área de Santiago e Barbanza, Eloína Núñez, acompañada por el director del Distrito Sanitario de Barbanza, Salvador Mariño, o el jefe del Servicio de Cardiología, José Ramón González-Juanatey, entre otros.
El Hospital Clínico cuenta con una unidad de Rehabilitación Cardiaca desde 2015 y, tras la experiencia acumulada, apuesta por acercarla al entorno más próximo a los enfermos. Se estima que los programas de rehabilitación cardiaca reducen la morbimortalidad en casi un 25%, ha destacado la Xunta.
El Programa Multidisciplinar de Rehabilitación Cardiaca de la sanidad pública compostelana ha valorado a más de 2.000 pacientes desde su puesta en marcha en 2015. Se trata de enfermos que presentaron un infarto agudo de miocardio a los que se les valoraba como candidatos para incorporarlos en un plan de prevención que busca disminuir el riesgo que tienen de volver a presentar eventos cardíacos, calculado en cerca de un 10%. Durante el año 2018 participaron en el programa de rehabilitación cardiaca más de 400 pacientes.
Como novedad, en este año, además de los pacientes que sufrieron infarto agudo de miocardio, se incluyeron en el programa pacientes con insuficiencia cardiaca, hipertensión pulmonar primaria, pacientes con cáncer de mama en tratamiento con quimioterapia y pacientes intervenidos de estenosis valvular aórtica.
La donación del empresario Ramiro Carregal ha permitido dotar de tres puestos de entrenamiento en el Gimnasio de Rehabilitación del Hospital de Barbanza y otros tres puestos en el Gimnasio de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Clínico de Santiago.
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