Gallegos de la diáspora admiten "preocupación", pero destacan el apoyo familiar para afrontar la situación

La Xunta no ha recibido peticiones de ayuda, pero reforzará la atención a los más vulnerables en caso de ser necesario

Gallegos de la diáspora admiten "preocupación" por el actual contexto de crisis sanitaria y también económica que ha generado el coronavirus, pero destacan el apoyo familiar para afrontar la situación ante las restricciones impuestas en distintos países.

Mientras, desde la Secretaría Xeral da Emigración han asegurado a Europa Press que no han recibido por ahora ninguna petición extraordinaria de ayuda por parte de gallegos en el exterior para atender necesidades vinculadas, sobre todo, con los colectivos más vulnerables. De existir, afirman que podría ser atendida a través de las líneas de ayuda en vigor, pero que se reforzarían "en caso de que sea necesario".

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hay 523.672 gallegos residentes en el exterior. El país que registra mayor población gallega es Argentina, seguida de Brasil y Cuba. Otros países son Venezuela y Estados Unidos, a los que se suman también Reino Unido, Alemania, Francia o Suiza, entre otros.

Al margen del actual contexto mundial por el coronavirus, la Secretaría Xeral da Emigración recuerda que hay mecanismos por parte de la Xunta para ayudar a los gallegos en el exterior, tanto a nivel individual como para las casi 200 entidades gallegas que hay en el mundo, con ayudas, entre otras, para residencias de mayores, centros de día y hospitales.

En el caso de las individuales, destinadas a aquellos en situación de precariedad y dotadas con 1,9 millones de euros en los presupuestos de este año, explican que se está agilizando la resolución de los expedientes para poder proceder a su pago "lo antes posible".

En caso de necesitar ayuda el colectivo "más vulnerable", desde la Secretaría Xeral da Emigración afirman que sería, por una parte, con una convocatoria extraordinaria "para ayudar a los centros que resulten más perjudicados por la crisis del coronavirus, en caso de que la actual que, está en marcha, no fuese suficiente"."Y, por otra, dotando de una mayor cuantía a las ayudas de emergencia existentes si la actual no fuese suficiente".

"En Europa, los sistemas sociales son más fuertes, lo que no suele hacer necesaria una ayuda complementaria del Gobierno gallego", apuntan. En el caso de América "donde estos sistemas son más débiles", admiten que suele ser necesario "intervenir con más intensidad".

"Además, hay que tener en cuenta que, en general, los países de América van a sufrir este proceso con varios meses de demora respecto a Europa, por lo tanto estaremos atentos al devenir de la crisis en estos países". Respecto a ambas medidas, precisan que se activarán "en caso de necesidad, en función de cómo evolucione esta pandemia en los países con mayor presencia de gallegos".

Al hilo de ello, recuerdan que la mayor parte de los centros gallegos en el exterior están cerrados en este momento por el coronavirus. "Y que en muchos países de América en los que puede ser más necesaria la intervención de la Administración gallega, aún no están sufriendo los aspectos más fuertes de esta crisis", apuntan desde este organismo.

SITUACIÓN EN ARGENTINA Y URUGUAY
Por su parte, el responsable de las delegaciones de la Xunta de Galicia en Argentina y Uruguay, Alejandro López, ha explicado que ambas han estado atendiendo al público de manera presencial hasta el pasado 19 de marzo.

"Si bien lo hacíamos con restricciones, cuidados y protección, continuábamos con las tareas del modo habitual". No obstante, ha dicho que, a partir de ese día, se ha instrumentado la atención a través de los correos electrónicos puestos a disposición.

"Más allá de ello, como los plazos administrativos se han suspendido en España, todos los programas que se gestionan dirigidos a ciudadanía y comunidades gallegas continúan abiertos", explica Alejandro López, que apostilla que aún no han tenido solicitud sobre ningún tipo de ayuda, aunque mantienen contacto con distintos centros gallegos de ambos países.

Por otra parte, indica que "los centros sociales o deportivos están todos cerrados y sin actividad". En cuanto al Hogar Gallego para ancianos de Domselaar en Argentina, con unas 100 plazas, y el Hogar Español de Montevideo, con unas 200 plazas, explica que les han trasladado que se están tomando "todas las precauciones para proteger a su población de eventuales contagios".

"El Centro de Día del Centro Gallego de Mar del Plata ha cerrado temporalmente a modo preventivo", expone también como ejemplo de la situación. Por otra parte, remarca el amparo de las familias en estos momentos, sobre todo para las personas mayores. Con todo, admite la repercusión, sobre todo para aquellos con "una mala situación económica previa" a esta crisis y por la falta de actividad económica por la cuarentena.

AYUDA DE LA FAMILIA
Por su parte, Raúl Pagés, presidente de la Federación Unión de Asociaciones Gallegas de la República de Argentina, admite que "hay preocupación" y que se cumple con "respeto" la cuarentena.

Sobre la situación de los gallegos en ese país, explica que aún no han realizado "ninguna evaluación de cómo afectará esto a las instituciones y sus asociados y qué alcance podría tener una eventual asistencia de carácter económico".

No obstante, asevera que aún no ha recibido ninguna petición, aunque están en contacto con sus asociados por redes sociales o vía telefónica. En el caso de las mayores, señala que "la propia familia o personas cercanas los asisten".

Ante los casos de personas que necesitan asistencia médica y de los que les asistían, manifiesta que se publicó en los últimos días una norma "que incluyó una nota para que pueda ser presentada a las autoridades como justificación con la firma de la persona o familiar que recibe esta asistencia y la del que la presta".

SITUACIÓN EN VENEZUELA
Desde España y viviendo el confinamiento con sus padres, se encuentra el presidente de la Hermandad Gallega de Venezuela, José Antonio Alejandro González, que viajó a España para recibir una distinción concedida a esta entidad y que ya no pudo regresar por las restricciones impuestas.

Ahora, se encuentra en Celanova (Ourense) con sus padres, aunque su mujer y sus dos hijos pequeños están en Venezuela. "Es angustiante no poder estar con ellos", admite, aunque incide en que lo importante es que la pandemia "no se extienda".

En el caso de su país, asegura que el problema del COVID-19 se da ya en un contexto de "crisis hospitalaria y sanitaria y eso no ayuda". A ello, suma otros problemas como los "apagones eléctricos o la falta de gasolina". En Venezuela, recuerda que existe un "aislamiento total, similar al de España" y explica que la Hermandad Gallega la cerraron ya desde el 13 de marzo, tres días antes de decretarse el confinamiento.

Recuerda que en él hay un centro de día y disponen también de un programa de mediamentos, "gracias a la subvención de la Xunta". "Y les llevamos medicamentos y también estamos pendientes de la alimentación", asegura para dar respuesta a las personas que acudían a su centro de día para dos comidas al día. Mientras espera poder regresar, señala que "gracias a la tecnología, con videoconferencia, lo vamos llevando mejor".