#Claves de la semana

Cientos de turistas burlaron el perímetro en el puente amenazando los buenos datos de Galicia


Galicia es la segunda autonomía de toda la Península con mejores datos de positivos a 14 días, una cuarta de los que tiene Madrid, comunidad de la que procedían algunos de los sancianodos en San José


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Galicia es la segunda autonomía de toda la Península con mejores datos de positivos a 14 días, una cuarta parte de los que tiene Madrid, comunidad de la que procedían algunos de los sancionados en San José.


Mientras Europa y algunas Comunidades Autónomas comienzan a registrar los primeros indicios de una nueva oleada de la Covid-19, Galicia trata de fortificar la comunidad de cara a la Semana Santa y evitar que los ciudadanos de otras comunidades se salten el cierre perimetral, perjudicando a la planicie de contagios de la que disfruta.


Durante el puente de San José las autoridades detectaron un buen número de infracciones relacionadas con visitantes que traspasaron el perímetro gallego para pasar sus días de asueto en Galicia. Así se lo han hecho saber varias fuentes de las fuerzas del orden a Galiciapress.


Los turistas se dejaron ver sobre todo en las zonas costeras, como la ría de Arousa, o las más populares, como Santiago de Compostela. Si bien en una mayoría procedían de otros puntos de Galicia, el número de autocaravanas, las denuncias de hosteleros y el volumen del tráfico apuntan a un considerable número de visitantes no gallegos.


Algo que puede estar dejándose notar en los datos de algunas localidades. Sanxenxo, Cangas y Baiona son tres ejemplos de ayuntamientos muy turísticos que empeoran su nivel de restricciones, aunque en la práctica solo implica menos aforo en la hostelería y no perímetros. 


Control de la Guardia Civil en el puente de San José en Galicia.

Control de la Guardia Civil en la Illa da Arousa | Foto: EP


Con el miedo a una nueva oleada del coronavirus, la cuarta desde el inicio de la crisis sanitaria, sobrevolando toda Europa y dejándose notar en varios países y autonomías, Galicia trata de blindarse en Semana Santa. El puente de San José fue un buen ensayo para ver cómo aguanta el cierre perimetral que todavía pesa sobre el país.


Según indica la Delegación del Gobierno, se establecieron más de 2.600 controles a lo largo y ancho de la comunidad entre el jueves 18 y el domingo 21 de marzo, en los que se procesaron 721 sanciones por incumplimientos de las restricciones. En los controles, según las cifras oficiales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se identificaron a 34.784 personas y controlaron 20.995 vehículos.


Con la intensificación de los controles también se detectaron más infracciones, como las relacionadas con el consumo de alcohol y drogas. Solo el Instituto Armado detectó 223 casos positivos después de realizar 6.959 pruebas de alcoholemia durante el puente.


Los controles se establecieron, prioritariamente, en las zonas turísticas y de segunda residencia. Para Javier Losada, delegado del Gobierno en Galicia, las cifras, que suponen "un 2%" de infracciones sobre el número de personas identificadas, demuestran que de forma generalizada "la gente ha cumplido". 


No obstante, fuentes de la propia Delegación de Gobierno afirman a este medio que, “mayoritariamente”, las 271 sanciones corresponden a “incumplimientos del cierre perimetral y del toque de queda”. Aunque los datos desglosados solo los tienen las autoridades y por ahora no los facilitan,  podríamos estar hablando de al menos un ciento de sanciones por saltarse el perímetro gallego.


En la hostelería también se realizaron controles, más de 2.400 durante todo el puente, que provocaron 143 propuestas de sanción. También en el sector hostelero "la mayoría ha cumplido", según la percepción de Losada, que insiste en "no bajar la guardia" y advierte que para la Semana Santa las autoridades tendrán "tolerancia cero".



TRÁFICO EN SANTIAGO, RÍAS BAIXAS...

La afluencia de turistas se hizo notar en toda Galicia, empezando por la capital que recuperó un poco de la “congestión” de otros tiempos. Si bien es imposible discernir qué turistas son de interior o de fuera de la comunidad, el acento delató en las tiendas a algunos visitantes portugueses, pese a que Portugal mantiene sus fronteras cerradas con Galicia. Además, en este puente también han “regresado a casa” muchos gallegos que, pese a vivir fuera de la comunidad, tienen su residencia todavía en Galicia, por o que aprovecharon los días libres paras visitar a la familia y a los amigos.


Algo similar vivieron el pasado fin de semana en la comarca de O Salnés. En pleno corazón de la ría de Arousa, los hosteleros percibieron que más de un consumidor procedía de fuera de nuestras fronteras, por lo que han denunciado la situación en pro de que no se repita en Semana Santa, ya que esto podría disparar de nuevo los contagios y, consecuentemente, llevar a la Xunta a decretar un nuevo cierre de la hostelería. Madrid cuadruplica la incidencia acumulada de Galicia, con Ayuso empeñada en mantener abierta la Comunidad.



Ante el temor de una cuarta ola en Semana Santa, los operativos en zonas como O Grove fueron constantes. Gracias a eso detectaron hasta a seis personas procedentes de Madrid que habían quebrantado el cierre perimetral


También en las entradas y salidas de Sanxenxo la presencia de los agentes fue notoria. En la Illa de Arousa, una de los municipios que temían una avalancha de turistas, el número de caravanas de multiplicó exponencialmente hasta ocupar cerca de la mitad de las plazas disponibles en la gran área de caravaning tras el puente. La lógica indica que es difícil que todos esos vehículos fueran de turistas gallegos.


También en las comarcas de O Barbanza, Muros y Noia el puente y el buen tiempo permitió ver más gente de la habitual por las calles y alguna que otra autocaravana. Si bien algunos tuvieron problemas para encontrar sitio en las terrazas, la mayoría de visitantes eligieron las zonas espaciosas de playa, como O Vilar o As Furnas, pero también se registró una importante afluencia de turistas a los castros de Baroña o al mirador de A Curota. 


Tal vez, fruto de esta apuesta de la naturaleza, el número de sanciones no fue tan alta como se podía esperar. En Boiro, por ejemplo, solo se tramitó una sanción por incumplir las medidas anticovid, y fue en un local de hostelería, mientras que en Carnota los controles a las autocaravanas constataron que todas ellas cumplían con las restricciones establecidas.


MUCHOS TURISTAS Y NO TANTAS SANCIONES

Entonces, si realmente hubo tanto tráfico, ¿cómo es que el número de denuncias no es elevado? Es difícil pensar que todas las autocaravanas y el volumen de turistas se justifiquen solo por el movimiento de los gallegos. 


La explicación más simple, y seguramente la más acertada, es que sencillamente no se pilló a la mayoría de infractores. Fuentes del sindicato SUP consultadas por Galiciapress corroboran que efectivamente, si bien hubo “mucha gente, pero sin incidencias destacadas”, percibieron un buen número de turistas llegados de fuera de la comunidad.


Caravanas en los camping, gente de Madrid, muchos andaluces en Marín...pero no se tramitaron denuncias”, agregan. Un panorama similar dibujan los agentes de la Guardia Civil consultados. Desde la Unión de Guardias Civiles señalan que durante el fin de semana se establecieron controles en el puente que conecta Ribadeo con Asturias "con patrullas de seguridad ciudadana, de la SYR, tráfico y el helicóptero". "Se detectaron infractores y se los devolvió a Asturias", confirman fuentes de la Benemérita. 


De estas infracciones son muy conscientes en San Caetano, como afirmó el pasado lunes el vicepresidente primero de la Xunta, Alfonso Rueda, al ser cuestionado por el incumplimiento de las restricciones. “No hay más que darse una vuelta por cualquier sitio”, manifestó Rueda, que también precisó la importancia de cumplir las normas para “no dar pasos atrás”.


Pese a todo, recalcó que ve a la gente “cada vez más concienciada” y que las aspiraciones de la Xunta son a tres meses vista. “Yo pediría mucha prudencia. Nuestro objetivo es el verano, no es ni esta semana, ni la semana siguiente aunque sea Semana Santa. Lo que hay que tener es un verano mínimamente normal y para eso no conviene precipitarse”, apeló Rueda. De igual manera, recordó el escenario que atraviesan muchos países europeos que parecen haberse encaminado a la cuarta ola, al igual que las Comunidades Autónomas en las que parece que ha cambiado la tendencia en las últimas semanas.   

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