TAMAYAZO A LA GALEGA

Lo del alcalde Becerrea ha hundido en la depresión a los socialistas gallegos que no se esperaban que un hombre de partido hiciera posible la entrada del PP en la Diputación de Lugo , desde la que los populares al estilo Cacharro Pardo han hecho suya la política provincial repartiendo favores y obras a los municipios amigos y como no, a los medios afines.

Tras la catástrofe del otro día, dicen los que están metidos en el ajo, que el proceso se va a reconducir a través una moción de censura que el BNG está dispuesto a apoyar mientras que Manuel Martinez no sea el candidato, y al que su partido no ha querido sancionar, porque, primero, Gómez Besteiro le debe su carrera política, y después porque, siendo como es, un hombre del aparato, de conducta intachable, no puede ni debe ser ninguneado por los suyos, y mucho menos por los que dan las órdenes en Ferraz.

En ese proceso, difícil e innecesario, no estaría de mas que Pepiño Blanco hiciera, de verdad, el mutis por el foro, ya que, aunque mandar ya no manda, si toca los bemoles, en una sinfonía inacabada en la que nadie le ha pedido se adscriba a ninguna cuerda ni toque tanto el tambor. Un día de estos, el ex Ministro se irá a Palas de Rei directamente, su pueblo natal, y dejará de enredar en su habitual parada en Lugo capital. En esa histórica jornada la vida política de los socialistas gallegos cambiará y volverá la paz y la concordia al partido del puño y la rosa.

Mientras tanto, todos los medios publicados hablan ya de tamayazo, aunque nosotros lo suavicemos adjetivándolo a la galega, como la merluza de pincho, que lleva un sofrito con ajada que la hace única en el mundo y por ello incomparable.