Productores gallegos avisan de que prohibir la cría en jaulas será la "ruina" de las granjas si no hay ayudas

UU.AA. censura las políticas "urbanitas" y alerta de una "reconversión brutal", mientras el SLG lamenta la "incoherencia"

Unións Agrarias (UU.AA.) y el Sindicato Labrego Galego (SLG) coinciden en avisar de que prohibir la cría en jaulas supondrá la "ruina" de las granjas gallegas si no hay ayudas para la modernización de las explotaciones, debido al aumento de costes de producción que ya tienen que soportar actualmente.

Así se pronuncian, en declaraciones a Europa Press, los líderes de las dos principales organizaciones agrarias gallegas, Roberto García e Isabel Vilalba, en relación con la aprobación, el pasado jueves, en el pleno del Parlamento Europeo, de una resolución en la que se pide acabar con la cría de animales en jaulas dentro de la UE de manera gradual antes de 2027 --con la oferta de un periodo de transición "adecuado" y la utilización de una evaluación de impacto con criterios científicos--.

Al respecto, el secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, critica "la falsa moral" de que "detrás del bienestar animal se esconde una reconversión brutal del sector productor", así como una "externacionalización de la producción", pues "se dejará de producir aquí porque no es rentable y se importará de terceros países sin ningún tipo de control de esas mismas normas que se aplican a los europeos".

Así, lamenta que "cada día" ve "con más preocupación cómo un mensaje meramente urbanita en manos de teóricos defensores del medio ambiente y el animalismo" se usa para legislar sobre el trabajo de ganaderos y su "medio de vida", de forma que gobernantes "alejados de la realidad toman decisiones con el coste económico que puede suponer".

"No tenemos inconveniente en adaptarnos al bienestar animal de todas las normativas que se pongan en marcha", razona, pero ve un "disparate" que los mismos que imponen esas normas mientras "deciden firmar acuerdos de libre comercio con Mercosur sin vigilar condiciones higiénico-sanitarias" para la importación de carne de América.

De tal forma, Roberto García reprocha que "se ceban en una dinámica de incrementar costes de producción" a los productores europeos "sin regular cómo repercuten" en su margen de beneficios.

"ABANDONO" DE LA ACTIVIDAD
El secretario xeral de Unións Agrarias expone cómo sectores como los de carne y leche sufre un alza de costes "permanente", pero "todas las medidas no van en favor del bienestar animal", sino en pro de una "reconversión del sector productor" que da lugar al "abandono de la actividad ganadera".

Alerta de que "quedan pocos agricultores y ganaderos gestionando el territorio", y "lejos de resolver que tengan una viabilidad económica" --remarca que "apenas alcanzan el 70% del salario mínimo interprofesional"--, "lo único que se hace tomar decisiones unilaterales al margen de estos sectores".

Y es que estas decisiones acarrean que producir un kilo de ganadería en esas nuevas condiciones "incrementa de forma sustancial" los costes, lo que da lugar a "precarizar" al sector y a "ingresos tercermundistas" para los ganaderos.

"INCOHERENCIA"
En esta línea, la secretaria xeral del Sindicato Labrego, Isabel Vilalba, apunta a la "incoherencia de las políticas agrarias". Pues, ahora se aboga por medidas como esta después de que en los últimos años "se estuvo incentivando la intensificación de cría de animales" y "cría industrial", con "muchísimos problemas para cría de extensivo".

Subraya la "exigencia" de la ciudadanía de que haya condiciones de bienestar animal y ambiental, pero "hay que hacer las medidas necesarias y los apoyos" para los productores.

Todo ello, en "un contexto" de "ingresos muy bajos para las granjas", que sufren alzas de costes de producción. "Solo hay que mirar en los últimos meses lo que se incrementó la electricidad y los cereales", resalta. "Y ahora, por encima, si hay un tipo de exigencia y no hay un acompañamiento para poder adaptarse, es la ruina de muchas familias", clama.

"Llevamos años pidiendo, precisamente, que en las políticas agrarias se integren medidas para desintensificar la producción, para dotar a los proyectos de base territorial y modelos con una sostenibilidad mucho más integral; pero lo que se hizo fue todo lo contrario", recrimina Vilalba.