La CIG demanda "un cambio de rumbo" en la enseñanza y política lingüística ante la continuidad de Román Rodríguez

La CIG-Ensino ha reclamado al nuevo Ejecutivo gallego presidido por Alfonso Rueda la necesidad de "un cambio de rumbo" en materia de enseñanza y política lingüística ante la continuidad de Román Rodríguez como conselleiro, que además de Cultura, Educación e Universidade suma a la nomenclatura de su departamento el área de Formación Profesional.

Este lunes se ha llevado a cabo el acto de posesión del primer Gabinete del nuevo presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, en un ejecutivo en el que prosigue Rodríguez. Así, la organización sindical ha denunciado el "inmovilismo" de la Xunta ante las demandas en educación solicitadas por la CIG, entre las que se incluyen las mejoras de las condiciones laborales del profesorado, la calidad del propio sistema educativo y la defensa del gallego en las aulas tras el "descenso de recursos" para la enseñanza pública.

Para poner el foco en estos reclamos, la CIG ha puesto en marcha una campaña que busca la ampliación de los cuadros docentes, la mejora en la atención a la diversidad, la recuperación del horario lectivo de 18 periodos en secundaria y 21 en infantil y primaria, y la reducción de las ratios.

En relación con estas dos últimas medidas, la formación sindicalista ha denunciado que la postura de la Xunta es "totalmente inmovilista" y "reaccionaria". Critica que la Consellería "no da muestras" de querer realizar cambios.

POLÍTICA LINGÜÍSTICA
Algo similar denuncian en cuanto a la regulación del uso de la lengua gallega en los centros educativos. "El nuevo Gobierno no parece tener intenciones de cambiar nada", ha afirmado la organización sindical.

"De momento, en los borradores de los currículos de la ESO y Bachillerato se sigue manteniendo la prohibición expresa de usar nuestra lengua en las materias que Feijóo impuso la proscripción lingüística en 2010", ha denunciado la CIG a través de un comunicado a prensa.

La CIG-Ensino ha solicitado al conselleiro de Educación que cese la "política negacionista" del pasado Gobierno y que busque consensos en la "defensa" de la lengua.