Tensión en Monte Alto por el enfrentamiento entre vecinos y los okupas de uno de los narcopisos del barrio
Tras varias horas de negociación y discrepancias, las últimas informaciones apuntan a que los okupas han accedido a abandonar el narcopiso mañana, una propuesta que no ha sido aceptada por la totalidad de los vecinos, que exigen que salgan hoy mismo del lugar.
El problema en el barrio de Monte Alto con los drogodependientes y los narcotraficantes instalados en algunos de los pisos de la zona ha llegado este martes a su clímax con la protestas vecinal celebrada desde las 17 horas en la Calle Washington y que ha cristalizado con un enfrentamiento abierto entre los dos bandos en donde los manifestantes llegaron a derribar una de las puertas de la vivienda okupada.
DE CACEROLADA A REBELIÓN
La protesta, organizada en principio como una cacerolada, arrancó desde la Plaza de San José este martes, si bien son ya muchas semanas de denuncias por parte de los vecinos después de un repunte de la inseguridad. En este clima, las protestas llegaron ante uno de los pisos y los manifestantes trataron de echar por la fuerza a los okupas, que respondieron de manera agresiva.
La Policía Nacional tuvo que actuar en el lugar, recibiendo el reproche de los manifestantes, que entendían que los agentes estaban intermediando en favor de los okupas al organizar un cordón policial en el entorno del inmueble.
La tensión no se rebajó en ningún momento e incluso hubo lanzamiento de objetos por las dos partes. Tras varias horas de negociación y discrepancias, las últimas informaciones apuntan a que los okupas han accedido a abandonar el narcopiso mañana, una propuesta que no ha sido aceptada por la totalidad de los vecinos, que exigen que salgan hoy mismo del lugar. Alguno de ellos ya ha abandonado el piso.
Esta es solo una de las viviendas donde los vecinos han localizado narcopisos en Monte Alto y que motivó la cacerolada de esta jornada. Vecinos y comerciantes piden a las autoridades que actúen contra los que califican como "delincuentes" instalados en los alrededores de la Avenida de Hércules y que acusan de ser responsables de una serie de robos con fuerza. Esto está afectando a su vez a muchos negocios que ven como los vecinos rehúsan a salir de noche y tienen que acompañar a los más pequeños por miedo a que les ocurra algo si se cruzan con alguno de los okupas.
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