El Lugo de Trashorras pondrá a prueba a Idiakez tras el febrero perfecto del Dépor

Dos dinámicas contrapuestas se dan cita el domingo en Riazor, donde el Deportivo de La Coruña y el CD Lugo se verán las caras en la cita grande del fútbol gallego en la Primera RFEF. Mientras que los locales acuden a la cita con el firme propósito de dar el sorpasso definitivo a la Ponferradina, los visitantes tratan de sobreponerse al enésimo cese de un técnico, confiando Tino Saqués en un Roberto Trashorras que tomó los mandos del Anxo Carro con el traje de bombero para apagar un nuevo incendio en la ciudad amurallada.

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Para el Deportivo, el choque frente a los albivermellos supone la oportunidad ya no solo de tratar de alcanzar un liderato que se les ha resistido en los últimos tiempos, sino de confirmar que su racha no ha sido una flor temprana en un febrero apacible, donde han contado sus partidos por victorias y goleadas: 17 goles a favor en cuatro duelos; dos en contra. A esto hay que sumar los dos triunfos anteriores, ante Celta B y Ponferradina, que dejan un saldo de 18 de 18 puntos posibles. 

Las sensaciones no pueden ser mejores en un 2024 en el que solo han fallado en una ocasión, contra la Cultural en León. Idiakez, que acabó el año cuestionado por toda la parroquia deportivista, ha visto como se esfumaban las críticas a medida que el grupo respondía y daba una clara sensación de unidad en la "piña" en la que se ha convertido el Dépor.

"La lógica dice que no es normal ganar los partidos por tres o cuatro goles", dice el preparador del cuadro coruñés, al tiempo que manifiesta que su cabeza solo está en Lugo y no en lo que pueda suceder en El Bierzo.

TRASHORRAS, ¿UNO MÁS EN LA CUENTA DE SAQUÉS?

En Lugo, en cambio, la afición no sabe muy bien a qué atenerse. Justo cuando empezaba a despegar el proyecto de Paulo Alves con una victoria ante el Teruel, el impulsivo mandatario lucense enseñó la puerta de salida al luso, siendo una nueva cabeza en su colección de entrenadores guillotinados. 

Ahora es una leyenda del fútbol gallego y lucense en particular como Roberto Trashorras el que toma el timón de un barco a la deriva. El Lugo no pierde, es cierto, lleva sin caer derrotado desde el 21 de enero en Tarragona, pero tampoco suma de tres en tres y se encuentra hoy en tierra de nadie, casi a la misma distancia de ascender como de descender: a ocho puntos de los playoff y a diez del descenso. 

Pese a todo, Trashorras no se esconde y tiene clara la filosofía que lo marcó como futbolista. "Tenemos argumentos más que suficientes para plantar cara a cualquiera y buscar los tres puntos en juego. Tenemos que tener personalidad y ser nosotros mismos en todo momento de partido. Queremos controlar desde el balón. Nuestra idea es presionar cuando sea posible, siendo proactivos, haciendo un partido incómodo al rival", subraya el adiestrador de Rábade, que tiene este domingo su primera prueba como técnico de primer nivel.