ANFACO busca incentivar el consumo de conservas cuando "sale más barato meter más carne en la lata y menos aceite"

Tal vez la última vez que abrieron una lata de conserva se encontraron con más producto del que esperaban. Es posible que ni lo percibiesen, pero en la industria conservera se están viendo tan asfixiados con el encarecimiento de algunas materias primas que tratan de abaratar los costes de la forma que sea. “En este momento sale más barato meter más carne en la lata y menos aceite”, confiesan fuentes del sector. La subida del precio del aceite de oliva pone contra las cuerdas a una industria clave para la economía gallega y que vive rodeado de obstáculos para levantar el vuelo en una época en la que muchas familias tienen que hacer números para llenar la cesta de la compra. 

Roberto Carlos Alonso es la persona al frente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos, ANFACO-CECOPESCA. Lleva cerca de un año y medio al frente de la patronal, pero no conoce un solo día de paz en un sector que desde el estallido de la Guerra de Ucrania se ha visto apostado en las trincheras, buscando resolver un problema nuevo cada día. El encarecimiento de los precios de las materias primas es algo con lo que llevan batallando en ANFACO desde hace tiempo, luchando para que las consecuencias repercutan lo menos posible sobre los compradores. 
 

“En 2022 en la industria conservera, según los datos, se emplearon en torno a 55.000 toneladas de aceite de oliva. Hablamos de un producto importante, porque en la lata va el pescado o el marisco, el aceite y se sella. No lleva nada más. Evidentemente la situación con el aceite de oliva nos preocupa”, reconoce Alonso, al tiempo que recuerda la posición de España como el principal productor mundial de aceite de oliva. 
 

Sin embargo, esa posición de dominio no asegura hoy un mejor abastecimiento. Las empresas se han visto obligadas a peinar otros mercados, como los de Grecia o Egipto, para buscar el producto que en ocasiones escasea. “Las empresas emplean en sus conservas aceite de oliva de la misma calidad que el que consumimos en botella”, insiste Alonso. En este sentido, desde el sector tratan de trasladar a los consumidores todas las ventajas que tiene la compra de estos productos, garantizando los máximos estándares de calidad. 
 

“Tenemos que recordar que los productos del mar son imprescindibles en nuestra dieta para una buena salud, que no llevan aditivos, que son ricos en omega-3, que previenen las enfermedades cardiovasculares, que son ricos en selenio, o en calcio en el caso de las sardinillas en lata, que es un sector sostenible como dice Europa en su política pesquera común… Hay que reforzar la imagen del sector para contraponer estas tensiones que se están dando e incentivar el consumo de pescados y mariscos, porque hay montones de facilidades para consumirlos cuatro o más veces por semana”. 

Por otra banda, el conjunto de los empresarios está evaluando constantemente el comportamiento de los clientes y perciben que la demanda está dirigida a exigir un cambio en los tamaños, convirtiendo la lata “en un elemento central de la comida, ya no accesorio”. En el mismo sentido, el mercado se está abriendo a la hora de explorar distintos tipos de preparaciones para mantener los alimentos en conserva con “tendencias tecnológicas” que representan un constante desarrollo del i+d en busca de soluciones que también resulten atractivas para el consumidor, ajustados siempre al marketing estándar que marca la normativa. 
 

CAÍDA DE VENTAS

Desde ANFACO indican que el sector “no es un aprovechado de la inflación, sino al revés, intentando poner en el mercado productos asequibles y ser competitivos”. Pero no es solo el aceite de oliva el que lastra al sector, que ya en el inicio de la Guerra de Ucrania se vio comprometido por la falta de aceite de girasol al ser el país ucraniano el principal exportador. 
 

“En aquel momento existió un riesgo de ruptura del suministro. Ahora no existe un riesgo grave. Sí es verdad que existen problemas, incluso con la energía, pero la línea de trabajo es ser lo más competitivos posibles con los precios más competitivos posibles”, argumenta Alonso. 
 

Pese a todo, el alza de precios ha venido aparejada de una consecuente caída del consumo, de hasta un 10% según algunas fuentes, mientras que el encarecimiento de los productos se elevó un 15%. De momento, desde la asociación no vislumbran un escenario crítico que pueda suponer el cierre de empresas, aunque “cada una tiene que estudiar cómo se encuentra”, si bien “es pronto para verlo, y las palancas que siempre han funcionado y que han llevado a este sector a ser centenario son en las que nos tenemos que enfocar”. 

“TENEMOS UN SECTOR QUE ES UNA JOYA”

La radiografía que hace Alonso se resume en un “problema de oferta y de demanda”. Por eso, desde ANFACO han llevado sus demandas hasta Bruselas, reclamando mayores contingencias para ciertas especies, como el caso del atún, y un aumento del periodo temporal más allá del 2025, año marcado por el organismo comunitario. 

Aprovechando la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea, desde ANFACO pusieron sobre la mesa una cuestión que consideran “clave” para acercar a los ciudadanos “materia prima competitiva”. “La Comisión Europea está muy enrocada en su propuesta, que es continuista e inmovilista. Pedimos a España que no ceda y que con el resto de países miembros adopten unas cantidades suficientes que ahora mismo no son”, reitera. 

Además del incremento de las cantidades, Alonso pone el foco sobre el periodo temporal: “Dos años no son nada. Necesitamos tres años que es un periodo mínimo para poder planificar el abastecimiento de un sector global que solo en nuestro país da empleo a más de 25.000 familias”. 

Aun en este escenario tan complicado, Alonso considera que “muchos países quisieran ser España” y contar con un sector “tan resiliente como este”. “Tenemos un sector que es una joya y al que hay que apoyar. Existen herramientas en los fondos estructurales de la UE para hacer frente a muchos problemas”, justifican desde ANFACO. 
 

PROPUESTAS CONTRA LA CRISIS

Desde la organización demandan medidas como la bajada del IVA en estos momentos de crisis “por una fiscalidad saludable”. “Consumir pescados y mariscos ayuda a reducir el gasto sanitario, ayuda a vivir más y mejor, por lo que como país líder en la producción y transformador mantenernos en esta situación”, declara su secretario general. 
 

Así, dotar a las empresas de una mayor seguridad jurídica -con el ejemplo del caos generado con los contratos para fijos discontinuos y la interpretación que hacían algunos inspectores hace unos meses- o la actuación de las autoridades contra la “competencia desleal” que realizan las empresas que comercializan los llamados “pescados de origen vegetal” son otras de las propuestas que realiza la patronal. 

Otra gran amenaza es la llegada de productos extranjeros al mercado europeo procedentes de países que “juegan con otras reglas, que pueden llegar a meter pescado ilegal y que no cumplen con los requisitos medioambientales que nos exigen a nosotros”. “Si España no actúa en beneficio de sus intereses como principal país industrial y transformador de Europa, creo que no estamos haciendo las cosas bien. Por eso solicitamos que se pongan firmes”, recalca Alonso. Con todo, y aunque las dificultades son muchas, Alonso lanza un mensaje esperanzador: “La situación no es fácil para nadie, pero saldremos revitalizados de cualquier adversidad, como se ha hecho siempre”.