La marea plástica moviliza la solidaridad ciudadana mientras las administraciones discuten

La solidaridad ciudadana ante la llegada de pallets de plástico a las playas gallegas contrasta  con la actitud crítica mostrada desde las administraciones. Mientras Xunta y Gobierno central se enzarzan en un choque competencial, cientos de personas han acudido a los arenales gallegos más afectados por el vertido de plásticos al mar a principios de diciembre. En este caso, veinte años después del 'Prestige', las nuevas tecnologías han “obrado” el difícil trabajo de coordinar el voluntarismo espontáneo para limpiar playas.

No obstante, tanto las autoridades como los diferentes colectivos ambientalistas lanzan avisos de precaución: ir en grupos pequeños, no molestar a la fauna ni retirar elementos biológicos, mejor no entrar en sistemas dunares y llevar protección ante el desconocimiento de la composición de estos pallets.

Autogestión

Desde Greenpeace destacan la autogestión entre los diferentes grupos de voluntarios mediante redes sociales (RRSS). Así, Whatsapp o Telegram han servido para crear grupos a los que se van uniendo más personas y donde se comparte información, como por ejemplo las playas más afectadas y dónde dejar los plásticos pallets, pues todavía no se conocen los efectos que pueden tener los materiales que los componen. 

Ecologistas en Acción intenta crear una lista con correos electrónicos y otros datos para coordinar la afluencia de personas. Desde esta organización buscan coordinar grupos de limpieza cuando tengan claro a dónde se debe ir y esto lo harán contactando con otras organizaciones ambientalistas. Y es que una necesidad trae otra, cooperación, porque algunas organizaciones más locales no pueden encauzar tanto la coordinación del voluntariado y al mismo tiempo buscar soluciones y herramientas para limpiar la arena. 
 

Noia Limpa, por ejemplo, ha recibido numerosas llamadas y les resulta difícil atender los distintos frentes que se les abren. Así, tienen sobre la mesa llamadas y ofrecimientos, negociación con empresas para contar con material y la negociación con ayuntamientos que tengan competencia sobre algunas playas. Todo esto hace necesaria la cooperación con otras organizaciones mayores que les permitan actuar de forma más eficiente.
 

Y es que el volumen de personas que pueden acercarse a las zonas afectadas puede ser elevado y una falta de control podría añadir más daño al ya causado. Desde Verdegaia calculan que en algún momento se han podido movilizar 1.000 personas en 20 playas gallegas, todas ellas reunidas mediante RRSS. El sistema es apuntarse al grupo en cuestión y preguntar a dónde se puede ir o dónde es necesaria más gente. Todo esto demuestra las ganas de hacer algo rápidamente por parte de la ciudadanía, sin embargo, todo se debería hacer mediante una coordinación entre grupos ambientalistas y, si es posible, con las autoridades.

Recomendaciones

Por el momento poco o muy poco se sabe de la composición química de los pallets. Sí se sabe que su origen era Polonia, que la compañía naviera chipriota  de capital aemán mán  tiene creada una maraña de empresas que puede ayudarla a eludir responsabilidades ante situaciones como esta y que la empresa del contenedor es la danesa Maersk. 
 

Yendo a las precauciones que varios organizaciones recomiendan tomar, lo primordial es no “invadir” la playa con un aluvión de personas. Una concentración elevada de gente puede interrumpir ciclos biológicos en el arenal. Se piden grupos pequeños que no ocupen áreas extensas de las playas. El único método efectivo hasta el momento es el cribado de arena y, una vez retirados los pallets, depositarlos en contenedores especiales.

Otra recomendación sobre la que se insiste es la necesidad de llevar protección para evitar el contacto directo con el plástico. Según informa la Plataforma para a Defensa da Ría de Arousa (PDRA), los documentos que ha consultado la Plataforma señalan una composición mediante concentración de estabilizadores UV en una matriz de polietileno. Los estabilizadores actúan frente a los rayos ultravioleta. El problema radica en saber cuáles son esos estabilizadores y sus consecuencias en el medio marino, en su contacto con la piel, las mucosas y los ojos.
 

Ante esta situación, organizaciones como Ecologistas en Acción tratarán de contratar un seguro de responsabilidad civil para cubrir posibles daños. Otros colectivos se han mostrado de acuerdo con esta idea ante hipotéticos daños. Esto se consigue mediante la apertura de listas con nombres y direcciones para tener las espaldas cubiertas. 

La semana que entra, a partir del día 8 de enero, todas las organizaciones ambientalistas que ya han mostrado su capacidad de movilización y de deseo para actuar, esperan poder contar con, al menos, la cooperación y ayuda de autoridades locales. En ese sentido se abrirán negociaciones.

Las autoridades

La Xunta de Galicia y el Gobierno central han protagonizado en estos últimos días un enfrentamiento sobre responsabilidades y competencias acerca de la marea plástica. Para los movimientos ambientalistas tanto una administración como la otra han hecho dejadez de funciones, lo mismo que hace veinte años con el 'Prestige'. 

Es por ello que algunos de estos movimientos estén preparando ya demandas para presentar en los juzgados. Dichas acciones judiciales irán contra la naviera de las Bahamas, filial de una de  Chipre que fleta  el Toconao  y si es necesario, se denunciará a las administraciones. Sobre esta última hipótesis, la base está en que no se está informando sobre cuántos sacos han de pallets han caído al mar, por tanto se desconoce el volumen de la carga perdida y si las bolsas que contienen estos pallets pueden resistir lo suficiente para no verter su contenido al mar. 

De momento la situación está a la espera de que organizaciones ambientalistas, organizaciones sociales y administraciones se pongan todos, o casi todos, de acuerdo para coordinar acciones.