Trabajadores de la UCI del CHUO convocan protestas para el 5 de febrero en el hospital ourensano

Los trabajadores de la UCI del CHUO siguen en pie de guerra desde hace meses por las malas condiciones a las que se ven abocados en el complejo hospitalario ourensano, donde la apertura de la nueva Unidad de Cuidados Intensivos ha provocado más quebraderos de cabeza que alegrías a los profeisonales sanitarios. Por este motivo, y ante la inacción de las administraciones públicas, desde el servicio de UCI convocan una nueva movilización para el lunes 5 de febrero. 

La protesta se celebrará ante la puerta principal del Hospital Cristal a las 12 horas para llamar la atención sobre la "deficiencia estructural y de personal presente en los espacios habilitados para la Unidad de Cuidados Intensivos". Fuga de profesionales, falta de camas, espacios de trabajo angostos, sin la formación necesaria para aplicar las tecnologías instaladas en las nueva unidad...son algunas de las dificultades a las que se enfrentan los sanitarios. 

INACCIÓN DE LAS AUTORIDADES

"La estructura de la nueva unidad sufre cambios muy importantes y múltiples deficiencias que dificultan unos cuidados de calidad. Estas fueron comunicadas por las trabajadoras de la unidad a la Gerencia de este hospital, la cual reconoció que existen deficiencias a subsanar", señalan los afectados, que, pese a los muchos escritos y peticiones para reunirse y tratar en profundidad las denuncias del colectivo. Tras la última reunión con la Comisión de Centro, los sanitarios interpretan que "no se evidencias medidas" para corregir carencias como el bajo ratio de enfermera-pacientes. 

"La UCI de Ourense es de Nivel II, la cual según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad tiene que disponer de un ratio para Enfermería de 2 enfermos por enfermera y de 4 enfermos por cada TCAE, lo cual actualmente no se cumple a pesar de las solicitudes previas de las trabajadoras", critican, una denuncia recurrente del colectivo que subraya la situación de "gran estrés" que sufren y que repercute de forma directa sobre los sanitarios. 

"Nos vemos del deber de pedir para UCI una dotación acorde a las recomendadas para las UCI de nivel II y no hacer de esta UCI una UCI de segunda. Dotar a las unidades con nueva tecnología es necesario, pero lo es  más dotarla del número de personal acomodado para poder realizar cuidados de calidad, así como realizar una formación de calidad de los nuevos equipamientos", zanjan.