El presunto atracador del Abanca de Casalonga (Teo) y del Banco Sanander de Moraña, detenido en Cambados
El supuesto delicuente amenazó con una navaja a un cliente del Banco Santander de Moraña en su asalto en mayo. La víctima se convirtió en un pequeño fenómeno viral con su curiosa narracion de su vivencia.
En los asaltos, el presunto delincuente se ocultaba con una capucha y una mascarilla.
En España, el robo con violencia e intimidación se considera un delito grave y está castigado por el Código Penal, aunque las penas varían mucho en función del grado de violencia empleada.
Un hombre de 50 años vecino de la localidad pontevedresa de Cambados ha sido arrestado como presunto responsable de dos atracos en entidades bancarias de Moraña (Pontevedra) y Teo (A Coruña) cometidos en los últimos tres meses.
La identificación y detención de este individuo ha sido fruto de la investigación iniciada por el equipo de la Policía Judicial de Santiago en colaboración con unidades de la Comandancia de Pontevedra la Benemérita a raíz del asalto el pasado 2 de agosto a una oficina de Abanca situada en A Casalonga, en la parroquia teense de Calo, donde intimidó con un arma blanca a una clienta y a una trabajadora.
ANTECEDENTES
Las pesquisas determinaron que el mismo varón que había cometido estos hechos ya había sido identificado como presunto responsable del atraco registrado el 2 de mayo en otra entidad bancaria ubicada en el ayuntamiento pontevedrés de Moraña.
En el asalto al Santander el hombre se llevó 3.000 euros de las ventanillas, sin esperar a que abrieran la caja fuerte. Intentó asaltar también con una navaja a un jubilado, sin lograrlo, como describió de esta manera tan gráfica Xosé Manuel Parga:
Bajo la coordinación del juzgado de instrucción número 1 de Santiago, los agentes localizaron al varón, que reside en Cambados y cuenta con antecedentes policiales. Se le imputan dos delitos de robo con violencia e intimidación.
POSIBLES PENAS
Las penas por estos delitos varían en función de diversos factores, como la gravedad de la violencia empleada, el uso de armas u otros elementos peligrosos, y si el delito se cometió de manera individual o en grupo. En general, las penas pueden oscilar desde prisión de varios años hasta décadas, dependiendo de la situación. Además, pueden imponerse multas considerables.
Las penas específicas se establecen en los artículos 242 al 244 del Código Penal, y su gravedad está diseñada para reflejar el nivel de amenaza y daño infligido a la víctima durante el acto delictivo.
Durante el registro de la vivienda del detenido, que permanece en prisión provisional por orden del juzgado, fueron hallados varios efectos que se relacionan con los dos asaltos.
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