¿Juego o venganza? Científicos apuntan a un evento traumático como causa de los ataques de orca

Frente a las costas gallegas se han registrado docenas de incidentes a partir de 2020. Afortunadamente, ninguno con resultado de naufragio. Sin embargo, sí son varios los yates que han perdido el timón y por lo tanto la capacidad de maniobrar, por lo que han tenido que ser rescatados por Salvamento Marítimo. El peligro de un naufragio o de un choque contra la costa es evidente.

Hasta hace unos años, los encontronazos han estado relacionadas con la pesca del atún rojo, tradicional en la zona del Estrecho. Sin embargo, por algún motivo todavía no aclarado, desde julio de 2020, se han observado interacciones con veleros, donde las orcas se han acercado e incluso embestido el casco y el timón de estas embarcaciones, causando daños materiales. 

HIPÓTESIS

¿Cómo se explica este extraño comportamiento? Según los biólogos marinos en el citado artículo, detrás puede estar algún incidente traumático sufrido por algún ejemplar que, después, han aprendido otros mamíferos que, a su vez, se lo están enseñando a sus crías. Eso a pesar de que los choques con los barcos suponen un evidente riesgo para ellos, riesgo que parece ser compensado por la diversión que les aporta.

¿Qué evento traumático pudo desencadenar este nuevo comportamiento? Los biólogos no se pronuncian al respecto. Con todo, hay que recordar que algunas personas, como el diputado de Podemos Juan López de Uralde, dijeron que en 2020 los ataques empezaron después de que los mamíferos fueron arponeados en la zona del Estrecho. 

Los barcos de vela son el principal objetivo de las embestidas.  A menudo los animales pierden interés una vez que logran parar la embarcación. Eso sí, antes la golpean, a menudo desde popa, centrando sus ataques en las partes móviles, como el timón, al que en alguna ocasión han llegado a morder.

¿Hasta qué punto los incidentes suponen una amenaza para los navegantes y, por consiguiente, para la industria de puertos deportivos, clave en muchas villas marineras gallegas?  Por ahora, únicamente tres barcos se han ido a pique, pocos en comparación con los más de 500 incidentes de los que hay constancia. Con todo, el número de encuentros totales será, con toda probabilidad, mayor a esa cifra de 500.

Los expertos tienen claro están realizando estas acciones a propósito, no es casual, ni puntual.  La principal hipótesis es que algún un evento traumático pudo haber desencadenado el cambio de comportamiento en una orca en particular, que luego ha sido imitado por el resto de la población.

SIN ENCUENTROS ESTE AÑO POR AHORA

Por ahora, no hay noticia de ninguna interacción en Galicia en lo que llevamos de año. Sí se han producido docenas en Portugal y, sobre todo, en el Estrecho. Así figura en la web del GT Orca Atlántica, en la que colabora la ONG gallega Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (CEMMA).

Esta web publica una serie de recomendaciones. El primer consejo es detener el navío, lo que ayuda a que las orcas pierdan el interés por sus partes móviles. Lo mejor es no llamar la atención de los animales. Nada de gritos ni lanzares objetos.

RESTRICCIONES A CIERTOS BARCOS

La frecuencia de estos choques ya ha provocado medidas extraordinarias. En varios ocasiones se prohibió la navegación de embarcaciones de menos de 15 metros en aguas gallegas y del Estrecho. En concreto, en septiembre de 2020 se prohibió la navegación de veleros de una eslora inferior o igual a los 15 metros en la zona comprendida entre Ferrol y Cedeira, desde la línea de costa hasta las 11 millas náuticas. Al parecer, por algún motivo las orcas se ven más atraídas por las embarcaciones más pequeñas. 

Es importante recordar que jamás se ha producido un ataque a un humano. Incluso cuando los surfistas las han visto aproximarse. Las orcas de la Península Ibérica no comen focas ni ninguna otra presa que puedan confundir con un nadador o un surfista.

UNA ESPECIE PROTEGIDA

En la actualidad, la orca se encuentra protegida. En España, las orcas están incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en el Anexo IV de la Directiva Hábitats. Esto significa que gozan de un nivel de protección legal especial para garantizar su conservación. Además, la población del Golfo de Cádiz-Estrecho de Gibraltar está catalogada como "Vulnerable" en el Catálogo Español de Especies Amenazadas, lo que enfatiza la necesidad de implementar medidas de protección específicas para esta especie en peligro. En 2017, se aprobó el Plan de Conservación de la orca, que establece las acciones prioritarias para mejorar su estado de conservación en las aguas españolas.  

Es importante destacar que no se ha identificado ningún comportamiento agresivo por parte de los cetáceos hacia los humanos en los casos analizados de estas interacciones desde julio de 2020. El Estado asegura que en el 15% de los incidentes han resultado en daños materiales que impidieran la navegación de las embarcaciones. Con todo, el Grupo de Trabajo de la Orca Atlántica asegura que más de la mitad de los yates embestidos han reportado alguna avería. Eso implica que varios cientos de veleros han sido dañados por las orcas en los últimos años.