El calendario del mundo del fútbol es así de cortarrollos, capaz de dejarnos a medio polvo privándonos del éxtasis o con el estornudo en la punta de la nariz todo el día. Justo cuando se empieza a animar la cosa, va el fútbol de naciones y nos obliga a ver un Portugal vs Azerbaiyán (1-0 para los lusos gracias al triste gol en propia puerta de un futbolista de nombre impronunciable).