La Guardia Civil investiga a un conductor que se dio a la fuga en Oleiros (A Coruña) para no someterse a la prueba de alcoholemia, en la que, una vez detenido, arrojó una tasa de 0,47 miligramos por litro en aire aspirado.

Agentes del puesto de A Coruña realizaban a primera hora de la mañana de este domingo un control de alcoholemia en la carretera AC-12 a la altura de la localidad de Perillo, en Oleiros.

Allí, a las 7,00 horas, el conductor de un turismo desoyó la orden de alto y emprendió una fuga en la que casi arrolla a uno de los agentes, que tuvo que apartarse para no ser alcanzado por el coche.

De este modo, la patrulla del Instituto Armado comenzó a perseguir al vehículo, que circulaba a gran velocidad, cambiando de dirección en línea contínua e invandiendo el carril contrario.

A la altura de Bergondo (A Coruña), el conductor impactó contra un bordillo de una cafetería. No obstante, continuó la marcha hasta que sufrió una salida de vía y chocó contra un talud.

Una vez detenido, los agentes tuvieron que forcejear con el investigado, un varón de 33 años vecino de Laracha (A Coruña) que se resistía a ser detenido.

Tras someterlo a la prueba de alcoholemia, el individuo arrojó resultado positivo con un nivel de 0,47 y 0,44 miligramos por litro en aire aspirado.

El investigado podría enfrentarse a una pena de prisión de seismeses a dos años y privación del derecho a conducir vehículos a motor por un tiempo superior a uno y hasta seis años.

Las diligencias fueron remitidas al Juzgado de Instrucción númerocuatro de Betanzos, en donde deberá presentarse cuando searequerido por la autoridad judicial.

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