Así lo enuncian los consumidores gallegos, que alertan que el nivel de calidad del servicio de la compañía estaba en “niveles mínimos” según los estudios de 2018.




En un comunicado, la Asociación de Internautas (AI), la Asociación Pro Derechos Civiles, Económicos y Sociales (Adeces) y la Unión de Consumidores de Galicia (Ucgal) achacan el deterioro de calidad de este operador a los sucesivos ERE que ha llevado a cabo la compañía desde 2013.

El expediente de 2013 afectó al 21% (900 de 4.300 trabajadores). Tras la fusión con Ono, en 2015 hubo otro ERE con un millar de empleados, el 16% del total. Ahora, el nuevo proceso tendrá impacto en el 23,5% de la plantilla, unas 1.200 personas.

Por todo ello, estas entidades reflexionan sobre que es "imposible" garantizar unos niveles de servicios y atención apropiados con un recorte de 3.100 empleados en seis años.

En los últimos informes realizados en 2018, Vodafone estaba a la cola en atención al cliente, así como en asistencia técnica y comercial. Asimismo, un estudio de la Asociación de Internautas arrojaba el año pasado que Vodafone contaba con una calidad de Internet móvil de 4,13 puntos, la peor posible.

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