La decisión de nombrar a un relator en la mesa de partidos sobre Catalunya se le ha vuelto en contra a Pedro Sánchez, que no solo tiene encima a PP, Cs y Vox, con la concentración de ayer domingo en la plaza Colón de Madrid, sino que dentro del propio PSOE también son varias las voces críticas con su ejecutiva y que incluso estarían dispuestas a hacerse con Ferraz.



Además, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) no cuentan con los apoyos necesarios, lo que hace más próxima la posibilidad de que Sánchez tenga que convocar elecciones generales en mayo.


Entre los barones del PSOE críticos con el presidente del Gobierno figuran Javier Lambán, Emiliano García-Page y Guillermo Fernández Vara.


Dirigentes del partido temen que en mayo, en los comicios municipales y autonómicos, los socialistas pierdan fuerza y echan la culpa de ello a Sánchez.


En este sentido, creen que los gobiernos de Castilla La Mancha, Aragón o la Comunidad Valenciana penderían de un hilo. 


Si estas previsiones se cumplen, en otoño se prepararía, por así decirlo, el asalto a Ferraz para echar a Sánchez.


Echar a Sánchez no es tarea fácil ya que tiene fieles en el Comité Federal, pero existen otras fórmulas, como plantear un congreso de refundación del PSOE o consultar a la militancia sobre el cese o no de la ejecutiva.



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