Los alcaldes de Touro y O Pino, Ignacio Codesido Barreiro y Manuel Taboada Vigo respectivamente, repiten con mayoría absoluta, aunque su postura sobre el complejo minero parece haber hecho ganar votos a otros partidos.



Manuel Taboada Vigo, alcalde de O Pino, junto a José Manuel Rey Varela


El apoyo al macroproyecto minero parece haber desgastado a los alcaldes de Touro y O Pino, aunque no lo suficiente como para apartarlos del poder. Los dos regidores populares mantienen el bastón de mando por otros cuatro años, que se antojan claves para la sostenibilidad, tanto económica como social y medioambiental, de las dos localidades.


PÉRDIDA DE VOTOS Y REPRESENTANTES

En Touro, donde se localiza la mayor parte del complejo minero, el PP de Ignacio Codesido Barreiro ha vuelto a ganar las elecciones, por lo que el regidor popular tiene la opción de, si agota esta legislatura, habrá estado 30 años al frente del gobierno municipal de forma continuada. Con todo, estos no han sido unos buenos resultados para Codesido, a pesar de retener la mayoría absoluta. El PP ha perdido en cuatro años 199 votos y se ha dejado en la cuneta 2 escaños.


Ahora, tendrá en frente a la Marea Veciñal de Touro, que ha irrumpido en el consistorio con tres concejales, con más de medio millar de votos. Unos votos que parece haber arañado no solo del PP, sino también del BNG y PSdeG-PSOE, que también han perdido votantes, si bien cabe destacar que la participación con respecto a las pasadas municipales ha aumentado sensiblemente, mientras que han descendido los votos en blanco o declarados nulos.


En O Pino la confianza en el Partido Popular también ha bajado. El desgaste de la postura de los populares, proclives a la apertura de la mina, ha provocado que estos pasasen de los siete concejales con los que contaban en 2015 a los seis que sacaron en estos últimos comicios. Con todo, Manuel Taboada Vigo, en el cargo desde 1995, gozará un año más de mayoría absoluta, aunque apenas perdió once votos en estos cuatro años. La diferencia en estas elecciones ha estado en la alta participación, que ha rozado el 75% y que ha reportado más votos a PSdeG-PSOE, que sube en votos y mantiene sus tres representantes, y BNG, que ganó más de cien votantes y pasa de uno a dos concejales.


BUGALLO EN SANTIAGO

Lo que también parece beneficiar la posible reapertura de la mina de Touro es la victoria de Bugallo en Santiago de Compostelano. El cambio de mando en el Pazo de Raxoi puede suponer un viraje significativo en lo referido a la mina. Martiño Noriega, alcalde de la ciudad estos últimos cuatro años, era un firme opositor a la reapertura del complejo minero. En cambio, desde los socialistas no se oponen de forma contundente al proyecto minero, que ven como una oportunidad para el rural.


“¿Queremos actividad económica y empleo en el rural? Bien, desde ese punto de vista, la minería es una de esas actividades. Debemos valorarla, por supuesto garantizando toda la protección y seguridad medioambiental; pero no puede haber una posición de principio de oposición la este tipo de iniciativas”, declaró Bugallo hace unas semanas a este mismo medio.


“Desconozco las circunstancias de la mina de Touro pero por principio ni el PSOE ni nadie que quiera mantener población y vida en el rural se puede oponer a que en el rural se desarrollen actividades económicas generadoras de empleo, siempre cumpliendo todos los requisitos y con todas las garantías legales”, zanjó el ganador de las elecciones locales santiaguesas. 

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