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Que el Sistema Sanitario Público en Galicia adolece de recursos para ser mínimamente eficiente, es algo que sabemos todos y todas. Que los recursos que se dedican a la Sanidad Pública, claro está que no llegan para satisfacer las necesidades de un país envejecido y disperso, también. Que los administradores que deberían gestionar los recursos no lo hacen bien, también. Pero, ¿en qué gasta la administración gallega y el SERGAS el dinero de todos los gallegos? La remodelación de las instalaciones de San Caetano (sede de la Xunta de Galicia) en Compostela, donde trabajan los responsables de que las cuentas en Galicia sean para gastos de primera necesidad, invertirán 40 millones de euros en la “remodelación” del exterior e interior de la sede. Además, van a hacer un nuevo edificio administrativo, valorado en otros 20 millones de euros (¿Por qué no someten a  referéndum si los gallegos queremos que se gasten ese dinero en esos temas…? O bien, en contratar personal sanitario para no tener las consultas masificadas y los retrasos tan evidentes, en primeras consultas, pruebas diagnósticas y cirugía).


Pero tenemos más: el Sr. Feijóo, acaba de anunciar a bombo y platillo que van a aumentar las Unidades de Atención a Domicilio: con 15 médicos y 30 profesionales de enfermería: costará 2,5 millones de euros, 1,3 millones en personal. La pregunta que nos hacemos es la siguiente: sí no tenemos personal para cubrir las sustituciones en Atención Primaria (“no tenemos médicos ni ATS”: Feijóo), con los resultados negativos que todos sabemos: ¿Cómo va a contratar a ese personal y dónde? Si les dan un salario de miseria (como el recién creado pacto de contratación), una estabilidad laboral inexistente y una conciliación laboral y familiar imposible.


Pero seguimos: todos los que tenemos algo que ver en el Sistema Sanitario Público Gallego, solicitamos inversión en personal, en sustitutos y en recursos humanos...Pues bien, el Sr. Feijóo lo que responde es con una inversión de 17,5 millones de euros...¡EN MOBILIARIO!


Una quinta parte del presupuesto destinado a la sanidad, destinada a cosas innecesarias en los países que conforman la Unión Europea (UE). Así lo expone un reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un trabajo en el que los expertos en la materia reclaman reducir, el mínimo, los "gastos superfluos" con el objetivo de lograr que los sistemas sanitarios sean "más efectivos". El documento entiende que esta cuantía, que y "desperdiciada", debería ser "reasignada para un mejor uso". Tanto es así, que el organismo internacional entiende que se podrían eliminar esta serie de gastos "sin menoscabar la calidad asistencial de los cuidados y pacientes".


Galicia está entre las comunidades autónomas con peores servicios sanitarios, al caer tres puestos,  según el  XV informe 'Los Servicios Sanitarios de las CC. AA.' de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP): Baleares (72); Galicia (71); Andalucía (68), Cantabria y Murcia (66), son las CCAA con unos servicios sanitarios deficientes. El gasto sanitario por cada gallego, (gasto per cápita) de 2018, fue de 1.429 €.


Como es posible que unos/as gestores de la sanidad tengan dinero, para cosas importantes, pero no de primera necesidad, y no los tengan (o digan que no los tienen...) para algo tan básico como es el bien más preciado que tenemos: la salud; y esta se queda, una vez más, sin recursos.


En este momento se está NEGOCIANDO con la administración del SERGAS, en el Consejo Técnico de Atención Primaria de Galicia, el Nuevo Modelo de AP con 15 Comisiones Técnicas Sectoriales, con 206 personas en las Comisiones, que están ya operativas y en funcionamiento. Tenemos un plazo de 3 meses para resolver estas y otras cuestiones que atañen al futuro de la Sanidad en Galicia. De nosotros depende que las conclusiones las que lleguemos en cada Comisión sean puestas en marcha por la administración. De ser así, el futuro puede ser esperanzador. De no hacer caso la administración las propuestas presentadas (como ya hizo otras veces...) volveremos a las etapas más oscuras de la sanidad y las movilizaciones llenarán las calles de nuevo, con la fuerza que ya tuvieron en Vigo, en Compostela y en las Áreas Sanitarias que vieron reducidos sus servicios.

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