Los independentistas catalanes exigían el cese de Paz Esteban, al frente de los servicios de inteligencia españoles, donde había trabajado casi durante cuatro décadas.


Varios grupos reclamaban, además de la destitución de Esteban, la renuncia de Margarita Robles, ministra de Defensa, como consecuencia de los casos de espionaje producidos.


Paz Esteban | Foto: EP


Esteban abandona el cargo después de que el pasado jueves compareciese en el Congreso ante la Comisión de Gastos Reservados, donde, pese a celebrarse a puerta cerrada, trascendió que justificó el espionaje por parte del CNI a 18 independentistas, entre ellos el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonés, aportando las autorizaciones judiciales concedidas por el juez de enlace del Tribunal Supremo.


Este último escándalo deja en una posición muy delicada al CNI, al que Esteban aspiraba en convertir en un servicio más moderno y eficiente: "Más moderno, flexible e integrado; mejor adaptado a la sociedad, con nuevos métodos y procedimientos de trabajo".


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