La empresa pública rechaza los ataques de la central nacionalista, argumentado que está adecuando el Centro de Tratamento Automatizado (CTA) a los cambios del mercado postal.

 

Correos niega también que el servicio haya perdido calidad, tras decir el sindicato que muchas cartas ordinarias tardan más al ser clasificadas ahora en el CTA de Valladolid. 

 

CTA Correos Lavacolla en una imagen de archivo

 

Así, en un comunicado remitido a Galiciapress, Correos indica que "la adecuación de la estructura logística y de distribución para ser más eficientes, sin merma de la calidad, es una obligación como operador público". Dentro de este proceso de cambios, Correos admite que hubo cambios en las máquinas disponibles en Lavacolla, pero los enmarca en una  "transformación y modernización de la red logística es necesaria para garantizar la calidad del servicio". 

 

La CIG indicó que se había eliminado una máquina clasificadora de correo ordinario. Correos apunta que se mantiene otra, que "continúa trabajando parte de esta correspondencia".

 

SE DISPARA LA PAQUETERÍA

La central también acusaba al ente de dejar pasar la oportunidad de negocio del boom de las compras por internet que ha disparado la mensajería de paquetes. Al respecto, la respuesta es que en noviembre se finalizó la instalación de una nueva máquina de paquetería que "duplicó la capacidad de clasificación del centro, siendo capaz de clasificar 4.000 paquetes por hora" y que el año pasado invirtió en casi 2 millones en la "modernización" del CTA compostelano.

 

Otro aspecto de la denuncia sindical era la pérdida de trabajo del CTA de Lavacolla en favor del CTA de Valladolid. Correos no entra en cifras pero indica que los cambios son precisamente garantía de la "estabilidad del empleo" dentro de un mercado postal cambiante, donde el correo ordinario cada vez es más escaso mientras la paquetería bate récords. 

 

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