Foto: CD Lugo

 

El fútbol tiene muchas caras, y Fran Mérida las ha visto todas. Niño protidigio, gran promesa del fútbol nacional, obligado a buscarse las castañas en el estrangero, ídolo en tres ascensos... La carrera de Fran Mérida ha estado plagada de éxitos y kilómetros. De la cantera del Barça a ser el ojito derecho de Wenger, de juguete roto en el Atlético de Madrid a dos regresos a Primera con Osasuna y Espanyol, de ser el primer español en marcar en Brasil a probar suerte en China. Una trayectoria que ahora vive un nuevo capítulo de vuelta en España y con el objetivo de devolver al CD Lugo a la Segunda División.

 

Este es un reto que no pilla de nuevas a Mérida, que ya hizo lo propio en su día cuando volvió del Atlético Paranaense para fichar por el Huesca y llevarlo de la extinta Segunda B a Segunda, en lo que sería la semilla de un proyecto que llevaría a El Alcoraz hasta Primera División. Ahora, confía en hacer lo propio en un Anxo Carro que aguarda a verlo debutar como local.

 

Por ahora, ya ha disfrutado de minutos ante el Real Unión de Irún el pasado fin de semana, en el empate a cero que permite a los lucenses no perder más comba con unos playoff que se encuentran ya a ocho puntos, una distancia considerable pero un trecho que el Lugo puede recorrer si Mérida muestra de lo que es capaz y mejora la efectividad de los gallegos, uno de los equipos con menos gol de todo el campeonato.

 

Su primer test será ante el filial de Osasuna, uno de sus ex y del que se llevó "el mejor recuerdo" en su larga carrera deportiva. En una división tan cambiante, el Lugo no puede descuidarse, ya que el descenso está a solo ocho puntos. El objetivo es recuperar la gloria perdida en la ciudad amurallada y para eso cuentan con un pretoriano curtido en mil batallas y que espera cerrar su carrera deportiva con un último gran éxito. Toda ayuda será poca para la empresa del Lugo. 

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