El juzgado de lo Penal número 2 de Vigo juzgará este jueves a dos responsables de la factoría olívica del grupo automovilístico Stellantis como presuntos autores de un delito de imprudencia menos grave tras un accidente laboral que le costó una mano a un trabajador de la planta.
En concreto, los hechos ocurrieron en agosto de 2022 y el perjudicado era un empleado que realizaba labores de mantenimiento en la factoría. Por su parte, los procesados son el responsable del Servicio de Prevención y Salud Laboral de Stellantis Vigo en aquel momento, así como el responsable del soporte técnico de la Unidad de Ferraje de la planta.
Para ellos, Fiscalía solicita una multa de 5.400 y 2.700 euros, respectivamente, así como el pago de una responsabilidad civil al empleado que casi alcanza los 340.000 euros, con la responsabilidad civil subsidiaria de la empresa.
Según el escrito de acusación del Ministerio público, el trabajador se encontraba solo en una estación de la nave de ferraje de Stellantis sobre una plataforma situada a unos 4 metros de altura realizando tareas de mantenimiento en una aerovía, una de las instalaciones que se encuentran suspendidas sobre la nave y que se utilizan para transportar piezas.
En un momento dado, un elemento lo alcanzó por la espalda, perdiendo el equilibrio y metiendo la mano en el raíl de la aerovía, resultando atrapada. Más tarde, otro trabajador que estaba en otra estación al escuchar los gritos detuvo la máquina.
Fiscalía acusa a uno de los responsables al encontrarse entre sus funciones el evaluar los riesgos de los puestos de trabajo al no haber contemplado todos estos riesgos, como la necesidad de tener un dispositivo de "hombre muerto" para poder detener de forma inmediata la máquina. Por su parte, en el otro encargado ve "negligencia" ya que tenía la obligación de velar por el cumplimiento de las medidas de seguridad.
El fiscal también señala una “falta de diligencia” por parte del propio trabajador, que no respetó las consignas de seguridad al situarse en la trayectoria de las eslingas en vez de en los pasillos laterales, lo que supone una concurrencia de culpas y reduce la gravedad de la negligencia de los acusados. Por estos hechos, la Fiscalía solicita multas de 5.400 y 2.700 euros para los procesados, además de una indemnización cercana a los 340.000 euros para el trabajador, con responsabilidad civil subsidiaria de la empresa.
"Existió pues una concurrencia o compensación de culpas en la producción del siniestro, entre los acusados y el propio trabajador accidentado, lo que degrada la negligencia de los primeros", añade Fiscalía. Por ello, la responsabilidad civil constituye el 70% de los más de 480.000 euros que le corresponderían según el baremo.
El accidente reabre el debate sobre la seguridad laboral en la factoría olívica, donde sindicatos como la CUT y la CIG han denunciado en reiteradas ocasiones la presión productiva y las dificultades en el taller de ferraje, advirtiendo de que estos factores pueden estar detrás de los graves siniestros registrados en los últimos años.
La central CIG denunció en su día a través de redes sociales que "las importantes dificultades" que hay en el taller de Ferraje para "conseguir las previsiones productivas" y la presión que ello supone para los operarios, y han expresado su esperanza de que esta situación "no fuera detonante del accidente".