La democracia también es esto

Manoel Barbeitos
Economista

A pesar del barullo interesado montado por las derechas extremas (PP, VOX) y sus socios (policiales, judiciales y mediáticos) todo conduce a que finalmente PSOE y Sumar puedan formar gobierno con el apoyo de las fuerzas periféricas (PNV, BILDU, ERC, JxCat, BNG...). Un parto difícil, como era previsible que así había sido, dado el resultado habido en las últimas elecciones generales.

 

El largo período transcurrido entre la celebración de estas últimas (julio) y la formación de gobierno (noviembre) sirvió, entre otros menesteres, para comprobar una vez más varias realidades de la democracia española. La primera, que las derechas extremas y sus socios no son capaces de aceptar las leyes del juego democrático que facilitan la alternancia en el gobierno, pues parecen pensar que el poder les pertenece por derecho natural y así, por caso, cuando las izquierdas logran gobernar estamos delante de un gobierno ilegítimo, a pesar de ser elegido por el Parlamento español como resulta constitucional.

 

Si la democracia implica negociaciones, pactos, acuerdos, cesiones (algo que por caso podemos comprobar en las democracias más consolidáis de occidente: Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Países escandinavos...) estas derechas extremas consideran que cuando se trata de las izquierdas se está pervirtiendo la democracia española, deteriorando la convivencia, fomentando la corrupción, conduciendo a España al desastre y la ruptura... Pero cuando son ellas quienes negocian, pactan, acuerdan o ceden se hace por del bien de España y los españoles. Un comportamiento que ahora estamos viendo con el gallo de las difíciles negociaciones de PSOE y Sumar con los partidos catalanes soberanistas (JxCat y ERC).

 

Unas negociaciones marcadas previamente por varios factores. El primero es la desconfianza mutua que resulta lógica luego tanto del despropósito político del procés y la DIU cómo de la disparatada respuesta por parte del gobierno español de turno (la brutal represión del 1O) y la posterior desmesura judicial (condenar a los dirigentes políticos catalanes por sedición). La segunda, la lucha fratricida emergente entre ERC y JxCat que conduce a que si uno avanza en las negociaciones, el otro inmediatamente pone el listón mas alto ("a ver quien la tiene más grande") como estuvimos viendo, por caso, con la amnistía: un comportamiento que tiene no poco de irresponsable. Finalmente, no menos relevante e irresponsable resulta ese enorme barullo que están montando, con el apoyo de las cavernas, unas derechas extremas que, en línea con lo anteriormente subrayado, no rematan de aceptar que, como se pudo comprobar en la investidura fallida del señor Feijóo, no cuentan con la mayoría parlamentaria suficiente para gobernar ("si la casa no puede ser mía, mejor la quemo").

 

Como señalaba antes, el resultado de las elecciones generales últimas dibujó un escenario en el que se adivinaban muchas y difíciles negociaciones. Pero esto también es democracia. Cierto que se trata de una democracia en la que los partidos políticos ocupan un espacio que esta sobredimensionado ("partitocracia"). Que además son partidos muy centralizados y presidencialistas (he ahí el caso de JxCat y Puigdemont) lo que hace que las negociaciones resulten mas difíciles e imprevisibles porque el interés personal ocupa un lugar relevante en las mismas. Pero también sucede que si la democracia resiste esta sale, sin género de dudas, más fortalecida. Mas sí como sucede en el caso español, se trata de un estado plurinacional con fuerzas soberanistas que tienen un peso relevante nos sus territorios, por lo que son necesarias para avanzar en democracia, bienestar social e igualdad.

 

La democracia sí se tambalea cuando, como están haciendo las derechas extremas y sus socios, se utilizan practicas triperas, si miente descaradamente y se desvirtúan los hechos, se intenta deslexitimar al contrincante político, se cuestiona el papel y las decisiones de los parlamentos, se retuercen las leyes y se utiliza el poder judicial en provecho propio, se cultiva la corrupción...

 

Con la máis que previsible formación de un nuevo gobierno en base a la alianza PSOE+Sumar, la democracia española saldrá fortalecida y se podrá seguir avanzando en progreso, bienestar, igualdad, pluralismo y democracia. Aunque las dificultades y los atrancos seguirán siendo muchos y muy ruidosos, porque a esta derecha extrema se le puede aplicar aquello que en la fábula el escorpión le dice a la rana: "No puedo evitarlo. No puedo dejar de ser quién soy, ni actuar contra mi naturaleza, de mi costumbre y de otro modo distinto a como aprendí a comportarme".

Sin comentarios

Escribe tu comentario




He leído y acepto la política de privacidad

No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes. Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.

Más opinión
Opinadores

Galiciapress
Plaza de Quintana, 3 15704 Santiago de Compostela
Tlf (34)678803735

redaccion@galiciapress.es o direccion@galiciapress.es
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. EDITADO POR POMBA PRESS,S.L.
Aviso legal - Política de Cookies - Política de Privacidad - Configuración de cookies - Consejo editorial - Publicidad
Powered by Bigpress
CLABE