Los problemas en Atención Primaria del SERGAS continúan, especialmente en el área sanitaria de Pontevedra, pese a la entrada en vigor del polémico Plan de Contingencias. Este fin de semana los Puntos de Atención Continuada (PAC) de Vilagarcía, O Grove, Sanxenxo y A Parda (Pontevedra) estuvieron sin médico, o con menos médicos de lo estipulado, al menos en algún momento. En algún caso, pasaron 24 horas sin doctor alguno.
La Xunta está enviando esta mañana a algunos médicos las "Instrucións da Dirección Xeral de Recursos Humanos do Servizo Galego de Saúde de data do 27 de xullo de 2022 sobre medidas urxentes e excepcionais dirixidas a garantir a dispoñibilidade de persoal sanitario nos Puntos de Atención Continuada" a las que ha tenido acceso Galiciapress.
La situación en el hospital compostelano es cada vez más delicada, como denuncia la Asociación de Usuarios e Pacientes do CHUS. El 29 de junio se registró un colapso; ayer otro. En el primer caso fueron 39 los pacientes que estuvieron aguardando por una cama durante horas en los espacios de trabajo de los sanitarios, seis graves. Este 4 de julio eran 42 los enfermos en la misma situación, nueve de ellos graves.
La Asociación de Pacientes e Usuarios do CHUS denuncia que los servicios de Urgencias del CHUS no contarán con guardias de especialistas de neurofisiología.
Médicos del servicio de urgencias del CHUS, hospital de la Xunta en Santiago, han enviado un correo electrónico hoy a los directivos del SERGAS denunciando otra nueva jornada de colapso.
“Reiteramos que la gerencia y el coordinador de urgencias del CHUS persisten en el incumplimiento de las recomendaciones del informe de los Valedores del Pueblo del año 2015 en relación con los servicios de urgencias del Sistema Público de Salud, en el que expresamente, indican que la ‘saturación de los servicios, en muchos casos de carácter estructural y no puntual, es la causa principal que motiva el riesgo de vulneración de estos derechos [dignidad e intimidad].
Mientras el presentaba las inversiones de 526 millones en el recibidor, los sanitarios protestaban en la planta superior. Al día siguiente los enfermeros indicaron que, justo después del acto gubernamental "había 51 pacientes esperando ser atendidos por un médico, 10 pendientes de ingreso en cama y lo más importante, que usted negó en el Parlamento de Galicia la semana pasada: 3 pacientes en el pasillo en camillas". Parece, por lo tanto, que los episodios de enfermos encamados en los pasillos de urgencias no son algo aislado, sino recurrente, en Ourense.
La Asociación de Pacientes e Usuarios do CHUS denuncia la experiencia que vivió J.A.C.R, un paciente oncológico que estuvo 48 horas en observación en el servicio de Urgencias. El testimonio, que llegó a la plataforma gracias a la hija del afectado, es un nuevo ejemplo de la situación de crisis asistencial que viven muchos hospitales gallegos sin haber llegado al final de la sexta ola.
La Xunta se niega a tomar testimonio a los compañeros de la doctora Fátima Nercellas en el expediente sancionador contra ella. Así figura en la reciente respuesta del SERGAS a las alegaciones de la urgencista del Hospital de Santiago (CHUS).
"En un servicio de urgencias deben exister normas y protocolos, pero por encima de ello, siempre debe primar el bienestar y auxilio del paciente", razonan en un escrito presentado ante la Xunta ayer.
La Asociación de Pacientes de Compostela abre una petición en Change.org de apoyo a la doctora, que en pocos minutos ha recibido ya docenas de firmas. Solicitan el archivo del expediente.
La protesta de hoy llegó hasta la puerta del despacho de la Gerencia, donde los trabajadores, algunos con ropas de trabajo, entonaron cánticos, tocaron bombos e hicieron sonar pitos. Posteriormente marcharon delante del Hospital de A Coruña lanzando eslóganes como "si te pones mal, aquí no hay personal".
Por ahora, la Xunta no ha contestado.Hace años que el SERGAS y la Asociación llevan enzarzados en polémicas al hilo de episodios de saturación en las urgencias del CHUS. La gripe fue el desacadenante de imágenes de pacientes esperando en camillas y en sillas de ruedas en lo pasillos, en vez de en los preceptivos 'boxes', en pasados inviernos.