Vanessa Valdiglesias e Zulema Varela acudieron recientemente a la Subcomisión de Ciencia en el Congreso de los Diputados para defender las propuestas de Investigal, la Rede Galega pola Investigación.


Galiciapress charla con Zulema Varela sobre la fuga de cerebros, una lacra que lleva décadas lastrando el futuro del país. Según sus datos, por cada 13 nuevos investigador que lee nuna tésis, solo hay disponible una beca en Galicia. 


Un problema que parece eterno y que se es “incluso más grave por causa de la pandemia”. “Si no se potencia la consolidación el futuro de la mayoría de los investigadores será el mismo que ahora: emigrar o abandonar la carrera investigadora”, concluye en esta conversación en la que se abordan, entre otros puntos, la futura nueva Ley de Ciencia, la nueva universidad de Abanca y la polémica con los contratos postdoctoroales de la Xunta.


Vanessa Valdiglesias e Zulema Varela de Investigal frente al Congreso de los Diputados en Madrid 


La pasada semana dos de sus representantes participaron en la subcomisión relativa al desarrollo el Pacto por la Ciencia, encargada de proponer el cambio de la Ley de Ciencia. ¿Cuál es su valoración de esta iniciativa y sus expectativas para la nueva Ley?


En general, bastante positiva. Todos los grupos parlamentarios están muy a favor de un “Pacto Por la Ciencia” a nivel estatal, y creemos que es un primer paso muy importante que tenemos que aprovechar. Con respecto a la Ley, había varios puntos del primer borrador con los que no estábamos muy de acuerdo porque considerábamos que no venían a solucionar muchos de los problemas existentes en la investigación, sino todo lo contrario. Después de este rechazo inicial, se mantuvieron varias reuniones de diversos colectivos con la nueva ministra Diana Morant que parece que han dado sus frutos ya que ahora hay un nuevo borrador donde parece que se recogen algunas de las propuestas realizadas, aunque aún no hemos tenido acceso a él para poder confirmarlo y analizarlo nuevamente. 


Además, a finales de septiembre nos reunimos con la Secretaria de General de Investigación, Raquel Yotti, para hablar sobre la reforma de ley, algo que valoramos muy positivamente aunque insistimos en nuestra creencia de que es necesario más diálogo. Una reforma de la Ley de Ciencia es una oportunidad que debemos aprovechar para paliar las múltiples deficiencias de nuestro sistema de I+D+i.


 "Cuando llega la hora de la estabilización, el número de contratos ofertados es mínimo comparado con el número de investigadores que existen"


Las denuncias de "fuga de cerebros" por parte de colectivos universitarios llevan sucediéndose en Galicia hace más de una década. Desde entonces, ya han pasado gobiernos de todos los colores tanto por la Xunta como por el Estado. Desde un plano a largo plazo, ¿ha mejorado algo la situación?


No. La situación sigue siendo la misma o incluso más grave por causa de la pandemia. El problema radica en la falta de oportunidades de estabilización y el efecto embudo a lo largo de la carrera investigadora, puesto que la mayor parte de los contratos que se ofertan son para la etapa predoctoral y posdoctoral inicial (o en formación, que abarca los 3 primeros años) o junior (que abarca entre los 3 y los 8 años tras haber defendido la tesis). Sin embargo, cuando llega la hora de la estabilización, el número de contratos ofertados es mínimo comparado con el número de investigadores que existen.


Esto es en relación con la situación en las Universidades y OPIS pero si se piensa en la empresa privada la situación tampoco es muy favorable para la estabilización de los investigadores, ya que, en general, las empresas privadas no valoran la utilidad de contar con investigadores en sus plantillas, como sí sucede en otros países de nuestro entorno. En este sentido aún queda mucho camino por recorrer para concienciar al sector privado de los beneficios y ventajas de invertir también en I+D".


 Muchos de ellos emigran a otros países para continuar dedicándose a la investigación, muchos otros se marchan a la empresa privada, a menudo en puestos que poco tienen que ver con su trayectoria investigadora y otros deciden sobrevivir en la universidad a base de contratos precarios.


¿Hay datos cuantitativos en alguna especialidad sobre, por ejemplo, cuántos doctorados en las universidades gallegas se marchan de la autonomía en los últimos años?


Lo que sabemos es que desde 2013 se defendieron unas 3700 tesis en Galicia. Aunque no sabemos los números exactos, estimamos que hay un contrato postdoctoral de la Xunta de Galicia por cada 13 nuevos doctores gallegos, a los que habría que sumar las convocatorias de contratos del ministerio (en torno a 300 entre las convocatorias Juan de la Cierva Formación y Sara Borrel para todo el estado). Con estos números, es fácil ver que la mayoría de investigadores que defienden su tesis en Galicia no podrán seguir dedicándose a la investigación con un contrato postdoctoral acorde a su formación y capacitación. Muchos de ellos emigran a otros países para continuar dedicándose a la investigación, muchos otros se marchan a la empresa privada, a menudo en puestos que poco tienen que ver con su trayectoria investigadora y otros deciden sobrevivir en la universidad a base de contratos precarios.


En enero de este año, Investigal denunció  la "precarización" de la investigación en Galicia con la convocatoria de contratos posdoctorales y que la Xunta "comienza 2021 con el desmantelamiento del principal programa de contratación del sistema gallego de ciencia". Desde el Gobierno les respondieron diciendo que las críticas eran infundadas. Pasado casi un año, ¿cual es la situación de esos contratos posdoctorales?


Hicimos esta denuncia porque en el año 2020 no se convocó la modalidad A de ayudas para contratos postdoctorales, aquellos dirigidos a investigadoras e investigadores que obtuvieron el grado de doctores recientemente, y porque la modalidad B, dirigida a personas que acababan sus contratos de la modalidad A, también se estaba retrasando. Gracias a la presión ejercida, se acabaron anunciando las convocatorias. A día de hoy ambas convocatorias han sido resueltas y los contratos postdoctorales se han iniciado, aunque la convocatoria del año 2020 de la modalidad A no ha existido, reduciendo la cantidad de personal investigador postdoctoral que retenemos en nuestro sistema de I+D+i. Además, es reseñable, que en en esta nueva convocatoria de contratos postdoctorales iniciales de 3 años se elimina la nomenclatura “modalidad A”, lo que puede suponer que al cabo de esos 3 años no exista una “modalidad B”, algo que no nos podemos permitir, pues las plazas en la modalidad B ya eran suficientemente escasas (20) como para reducirlas a cero.


Desde InvestiGal venimos reclamando tanto a Xunta como a Universidades la creación de una carrera investigadora más definida y, sobre todo, con más recursos, pues el número de plazas de las convocatorias se ha ido reduciendo paulatinamente. Además de saltarse convocatorias (junto con el 2020 tampoco hubo convocatoria en el año 2015), está el hecho de que estas no tienen un calendario de publicación ni unos plazos de resolución estables, algo que impide la apropiada planificación de la carrera investigadora de las personas y de las necesidades de los grupos de investigación para los que trabajan. El culmen de esta carrera investigadora sería la estabilización, para la cual actualmente no disponemos de convocatorias propias en Galicia (existen las Ramón y Cajal estatales, extremadamente competitivas y con pocas plazas para todo el estado).


Observamos con preocupación el proceso de aprobación de la Universidad de Abanca donde el promotor es un banco que en su día fue privatizado


La Xunta estudia la petición de ABANCA para lanzar una nueva universidad privada. La propuesta ha recibido valoraciones de todo tipo. Hay colectivos que denuncian que acabará reduciendo los recursos del sistema pública. Los promotores, en cambio, alegan que se abrirán nuevas oportunidades. ¿Qué valoración realizan desde Investigal de la probable nueva universidad?


InvestiGal formó parte de las movilizaciones del 12 de junio de este año en contra de la creación de universidad privada de ABANCA, en una faja conjunta con otras organizaciones de investigadoras con el lema “O coñecemento non é un negocio”. Nosotros entendemos que la universidad pública es un garante de la igualdad de oportunidades, un motor social y creadora de conocimiento accesible para todo el mundo, y no así la universidad privada. Además, observamos con preocupación el proceso de aprobación de dicha universidad donde el promotor es un banco que en su día fue privatizado, donde los tres rectorados se posicionan en contra y donde el índice de calidad de esta universidad dista mucho de ser los que deben ser. Nos preguntamos si esta universidad solventa alguna deficiencia del sistema universitario gallego, que tiene un mapa de titulaciones bastante completo que ha sido ampliado recientemente, y si cualquier gallego o gallega tendrá acceso a un doctorado en esta universidad sea cual fuese su condición socioeconómica.


En el fondo, el problema de la precariedad de los investigadores tiene una raíz, al menos en parte, económica, de falta de dedicación de recursos y de modelo, donde el I+D sigue jugando un papel muy secundario. Mucho se está hablando de que los fondos Next Generation permitirán un impulso económico para cambiar el sistema económico. ¿Tienen alguna esperanza que este dinero sirva en realidad para mejorar las condiciones de los investigadores?


Es una gran oportunidad para cambiar el modelo económico y apostar por la I+D+i como motor de nuestra economía. Pero para lograr este cambio, las inversiones deben realizarse teniendo en cuenta las necesidades de la I+D+i en España, escuchando al personal investigador, y trabajando en un Pacto por la Ciencia entre todos los partidos políticos para que el modelo sea un modelo a largo plazo y no dependa de los cambios de gobierno. Porque en su última comparecencia la Ministra de Ciencia comentó que se iban aumentar las inversiones en convocatorias públicas y dió datos concretos de aumentar los contratos predoctorales, las Postdoctorales de Formación e Incorporación (Juan de la Cierva) y todo esto es básicamente es ampliar la base del embudo. Si no se potencia la consolidación el futuro de la mayoría de los investigadores será el mismo que ahora: emigrar o abandonar la carrera investigadora.

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