Los guardias civiles gallegos, únicos de España sin vacunar y en ascuas tras la parada a AstraZeneca

La Guardia Civil en Galicia es la única de toda España cuyos agentes no se han vacunado, denuncia UniónGC.

Un desplante a los beneméritos que acaba de dar un giro inesperado al paralizarse todas las vacunaciones con el fármaco AstraZeneca, que es el que se suministra a agentes menores de 55 años. 

Con todo, los colectivos de guardias civiles lamentan el agravio y cuestionan que se tarde tanto en vacunar a una profesión muy expuesta durante la pandemia y a la que se le han pedido sacrificios.

Marcelino García Bermúdez, presidente de la plataforma Unión de Guardias Civiles (UniónGC) relata  para Galiciapress la “inquietud” con la que afrontan este episodio ante la desinformación a la que dice les somete el Ministerio del Interior.

Marcelino García Bermúdez, presidente de la Unión de Guardias Civiles | Foto: UniónGC

La campaña de vacunación en Galicia está trayendo de cabeza tanto a las autoridades sanitarias como a algunos colectivos que, a estas alturas, ya tendrían que estar inmunizados frente a la enfermedad. 

La Unión de Guardias Civiles (UniónGC) presentó un escrito ante la Consellería de Sanidade para tratar de desbloquear esta situación, pero la paralización de las vacunas de AstraZeneca ha resultado un gran inconveniente porque obliga a reestructurar de nuevo las previsiones de la campaña. El presidente de la organización, Marcelino García Bermúdez, lamenta que este episodio justo en una semana “en la que se iba a comenzar a vacunar a los guardias civiles de Galicia”.

“Esta noticia ha paralizado todo el proceso”, confirma García, que sin embargo celebra que las presiones de la plataforma que preside lograron “poner en negro sobre blanco la discriminación a la que estaban sometiendo a la Guardia Civil de Galicia”. 

En ese sentido, afirma que sus reivindicaciones “tuvieron su efecto” después de exponerle a la Xunta que los guardias civiles “seriamos los últimos a nivel nacional e incluso dentro de la comunidad”, aunque las consecuencias de esto no puedan notarse tras el bloqueo de Sanidad de las dosis de AstraZeneca.

“Esto nos vuelve a dejar en standby. Pero si existe una duda sobre efectos secundarios como al parecer se han dado habrá que aclarar y esperar a ver si se puede inocular esa vacuna con todas las garantías sanitarias. Quedamos en espera a ver qué se resuelve en estos 15 días”, razonan desde la plataforma. De hecho, desde la Xunta se han mostrado optimistas y esperan retomar cuanto antes las vacunaciones con este laboratorio.

TODA LA GUARDIA CIVIL VACUNADA CON ASTRAZENECA

En ese sentido, reconocen una cierta “inquietud” entre los guardias civiles, ya que si bien esperaban estar vacunados a estas alturas, algunos celebran el retraso en la vacunación ante la posibilidad de que las vacunas de AstraZeneca puedan derivar en efectos adversos. Además, cabe subrayar que el caso de Galicia es particular por el hecho de que no se trata de algunos cuarteles que hayan quedado sin vacunar, sino que, según recalca la UniónGC, ningún agente ha recibido la vacuna.

“El problema es que en Galicia no nos hemos vacunado, pero en el resto de España se han vacunado con la vacuna de ese laboratorio. Incluso con el lote que al parecer tienen identificado como el que ha provocado algún tipo de anomalía”, señala el agente de la Benemérita, que confía en que se retomen “con garantías y la máxima seguridad posible”.

A renglón seguido, García critica la poca transparencia que existe en estos momentos y la desinformación imperante: “Estamos preocupados porque desde la Dirección General no nos han informado, ni a los guardias civiles vacunados ni a los que han recibido dosis del lote sospechoso, del tipo de reacciones adversas que nos puede provocar... Nos estamos enterando por la prensa y terceras personas, no por la Dirección General”.

“SIEMPRE ESTUVIMOS AL PIE DEL CAÑÓN”

Todo esto sucede además en una comunidad en donde la ausencias de policías locales en muchos municipios ha obligado a multiplicar la presencia de la Guardia Civil, cuyos brazos tienen que llegar a muchos rincones. García enumera algunas de las tareas que se han visto obligados a realizar a raíz de la emergencia sanitaria, “desde controles perimetrales de comunidades autónomas o ayuntamientos hasta temas más humanitarios o sanitarios”.

Así, y pese al abandono de las administraciones, recuerda que la Guardia Civil fue la encargada de asistir a muchas personas que se vieron aisladas durante la pandemia acercándoles medicamentos o alimentos y fueron un recurso para muchos vecinos que acudían a los agentes en busca de información “en un escenario de restricciones cambiantes e incertidumbre, donde la población no sabía a qué atenerse”. “Siempre estuvimos al pie del cañón y fuimos luz para la gente con dudas”, insiste.

A mayores, García recuerda que la plantilla de la Guardia Civil en Galicia está “envejecida” y que esto contribuye al déficit del 20% que presenta, ya que solo están cubiertas el 80% de las plazas. “Hay puestos del catálogo sin cubrir y es una reivindicación constante que se cubran las vacantes que hay en Galicia”, reclama, si bien recuerda que este no es un problema único de la comunidad gallega, “que no tiene una ratio inferior al resto de España”. Lo mismo ocurre con la conciliación familiar, otra de las reivindicaciones de los profesionales dentro y fuera de Galicia, que por sus horarios cambiantes al carecer de turnos de trabajo tienen muy difícil encontrar una cierta estabilidad “como sí la tienen compañeros de Policía u otros cuerpos”.