Desde la celulosa apuntan a que las visitas de especialistas de una compañía a otra son prácticas habituales en el sector, incluso entre competidores directos, como es el caso. Señalan que es normal que técnicos de ENCE se desplacen a plantas de Altri y también de otras empresas para poner en común buenas prácticas.
Una versión que corrobora personal que estuvo ligado a la factoría de Lourizán, donde dicen que eran frecuentes las visitas de técnicos de otras firmas eran frecuentes. Las visitas recientes, pese a ser en apariencia rutinarias, han suscitado nerviosismo entre el personal. Los trabajadores de la factoría de Navia tenían previsto preguntar a la dirección por ellas en el marco de la negociación del ERE actualmente en marcha, según informó La Nueva España.
La compañía tiene sobre la mesa un ERE. El objetivo de la empresa es reducir personal argumentando, entre factores, pérdidas económicas recientes y la necesidad de automatizar procesos con inteligencia artificial.
La cotización de la pasta de celulosa en los mercados internacionales se ha desplomado en los últimos años por varios factores. Algunos coyunturales, como el enfriamiento de la economía mundial, pero otros que no disiparán pronto, como la mayor competencia de megafactorías en Sudamérica. Las acciones de los tres gigantes ibéricos del sector, Ence y las portuguesas Navigator y Altri se han hundido este año. En esta coyuntura se han disparado los rumores sobre posibles operaciones de concentraciones en el sector.
En cuanto a los números la "tijera" no pasa igual por todos lados. En la biofábrica de Pontevedra, la dirección pretende despedir a 39 trabajadores. En la planta de Navia, las cifras que se manejan hablan de unos 90 despidos. Además, el recorte también toca a las oficinas: se calculan entre 6 y 8 salidas en las de Pontevedra y unas pocas más (entre 3 y 5) repartidas entre Madrid y las oficinas de Navia.
No hay unión entre los trabajadores de los diferentes centros. Navia está trabajando con normalidad mientras que en ENCE Pontevedra hay convocada una larga huelga, con paros intermitentes hasta diciembre. El comité de empresa de esta factoría dejó claro que no aceptará ningún despido y acusó a la empresa de intentar dividir a los proletarios. La huelga ha sido criticada por los trabajadores de oficinas.
Por ahora, no ha trascendido ningún avance en la negociación del ERE. Hoy jueves está prevista una reunión negociadora en la central de ENCE en Madrid.