Galician Army presenta su primer disco el 16 de mayo: "En la escena gallega hay muy buen rollo; tiramos unos de otros"

Puede que algún lector no haya oído hablar todavía de Galician Army. La cifra de desconocedores promete caer en picado porque este verano será un nombre que escuchen con mucha frecuencia. Los festivaleros y festivaleras ya lo reconocen de verlo en no pocos carteles y los recordarán de bailar sus ritmos hasta altas horas. Ahora, con su primer disco en el horno y a punto de salir la cosa puede irse de madre para este dúo que lleva más de un lustro buscando un sonido con el que ahora ya llenan salas. 
 

Los nervios por la salida del disco son evidentes, pero el aval de Sergio Vallejo y Alberto Prado es que la recepción de crítica y público hasta ahora ha sido fabulosa, hasta el punto de situarlos en primera línea de la escena gallega pese a no tener un LP al que agarrarse. La cosa cambiará a partir del 16 de mayo, y en adelante el petardazo puede ser un punto y aparte en una carrera que todavía está despegando.

El disco cuenta con “su toque”, el sonido en el que han estado trabajando y buscando durante los últimos seis años y que por fin han encontrado y condensado en este primer trabajo. “En ‘NOS’ van a encontrar un poco de todo, siempre manteniendo nuestro sonido, nuestra identidad, pero mostrando las distintas facetas, contando con artistas variados dentro de la escena gallega que nos permitiesen explorar distintos registros dentro de la música electrónica”, argumenta Sergio.

Así, en NOS podemos sumergirnos en un viaje que se mueve desde la música house hasta el postpunk, siendo “fieles al aura propia que tenemos y que no nos cierre a un solo género”. En ese cabalgar ecléctico se encuentra el primer avance del disco, la remezcla de Galician Army de un tema clásico como ‘La espina de la flor en tu costado’, de Xoel López. De la sonoridad íntima y melódica del coruñés sale un tema muy bailón y con mucho ritmo. 

“Le gustó mucho. Tuvimos una conversación rápida, a ver si en verano coincidimos con él y charlaremos más”, comenta Alberto. Sin embargo, el artista anteriormente conocido como Deluxe no es el único referente de estas promesas de la música gallega, que en su lista de más escuchados está otro dúo detrás de la mesa de mezclas, como Daft Punk, pero también ganadores del Oscar, como Vangelis o Hans Zimmer. 

Con esos mundos experimentan en sus directos, con versiones de temas clásicos en los que los compositores también echaron mano de sintetizadores y sonidos electrónicos, algo que les permite jugar mucho más con los originales y encontrar una fuente de inspiración para sus trabajos. 

Reconocen la influencia del cine y las bandas sonoras en su disco, como también encuentran un gran caladero en temas clásicos para conectar con las musas, sobre todo “en temas de composición y armonía”. “Pero el sonido electrónico y la producción ahora están mucho más elaborados. Se busca más la innovación en la producción y no en la composición. Pero escuchas una banda sonora de Vangelis en los 80 y es una locura, porque lo tiene todo con unos recursos impresionantes”, reflexiona Alberto.

EL CAMINO AL SONIDO PROPIO

Más allá de los grandes tótems de la música, Sergio admite que su primer grupo de referencia fue The Black Eyed Peas, mientras que para Alberto uno de sus primeras escuchas fue Carlos Núñez. Esto deja entrever los universos  en los que se mueven ambos, sin renunciar a ningún estilo. Con todo, matizan que su método de trabajo podría resumirse en “juntos, pero no revueltos”. 

“Una de las claves de que sigamos juntos seis años después es que cada uno tenga su espacio. Yo tengo mi estudio, él el suyo. Dividimos trabajo, tenemos contacto continuo, cada uno con sus procesos y poniendo cosas en conjunto. Pero al final, al tener compartimentado el lugar de trabajo va bien para no acabar matándonos”, ironiza Alberto, al tiempo que Sergio da valor a esa división porque permite “respirar a los temas”. “Plasmas una idea, pero no estás muy inspirado, se la envías y le da una vuelta… El proceso así es más fácil para no quemarse a nivel creativo”, considera. 
 

Fruto de esa metodología llegó la constatación de que el camino que tenían que recorrer es la senda que los ha llevado a ser parte del cartel de alguno de los festivales más grandes de Galicia. En un primer momento sondearon el mundo del reggaeton, pero poner en consonancia sus sensaciones fue lo que les hizo tomar la determinación de que su trayectoria tenía que dar un giro, porque aquello no les llenaba.
 

“Ya hicimos reggaeton, pero no nos decía nada y debíamos ser honestos con nosotros mismos. No decimos que no a ningún género, y en el álbum se refleja todo lo que nos influencia”, razona Alberto. Sergio, por su parte, sí admite que hay algunos campos que intentaron malear sin mucho éxito, aparcando algunos proyectos para el futuro. Eso responde en gran medida al trabajo de orfebrería que realizan, dedicando mucho mimo y esmero a cada tema, dejándolos salir a volar solo cuando están absolutamente convencidos de que están listos. 

SANTIAGO, LUGO, PORTAS…

Trabajo no les va a faltar, e ideas tampoco, en parte porque están siempre con la oreja puesta en lo último que está sonando, algo que los obliga por deformación profesional a pensar en cómo lo harían ellos. “Es el toc del productor. Escuchas la música y no la disfrutas, piensas en esas cosas que te llaman la atención”, valora Alberto. 

Su compañero de fatigas lo asume como algo natural por esa tendencia analítica con todo lo que llega a sus oídos, algo que no pasa en ambientes como el del directo. De hecho, dicen que en festivales es donde realmente disfrutan de la música, donde dejan en la entrada el trabajo y se rinden al disfrute. Festivales a los que asistían de público y a los que años después acuden pero figurando en los carteles. O Son do Camiño, PortAmérica, Caudal Fest…palabras mayores y muchas fechas para un verano en la carretera. 

“Tenemos muchas fechas, y de momento las que tenemos son muchas en grandes festivales. Nosotros tenemos un público muy general, que se queda a última hora, a disfrutar, a bailar…”, comentan. Sergio cree que con el lanzamiento del disco pueden entrar más fechas en la agenda, que el año pasado dio un vuelco a última hora con su incorporación in extremis en O Son do Camiño. 

Para Galician Army es muy difícil escoger una sola fecha en lo que a ilusión se refiere. Cada una despierta unas emociones distintas en sus componentes, pero Alberto intenta justificar su TOP-3: “O Son do Camiño porque es el mejor festival de Galicia y lo del año pasado fue una experiencia espectacular, pero este año, teniendo más tiempo para preparar el show, podemos darle más cariño al concierto; el PortAmérica porque es un concepto de festival que me flipa, porque a mí la comida me vuelve loco, y si encima lo juntas con la música, me atrae mucho mucho; y el Caudal, que fue el primer festival grande al que fuimos, y siendo Sergio de Lugo y toda mi familia de Lugo, la ilusión es enorme”. 

EL BUEN ROLLO DE LA ESCENA GALLEGA

El suyo es uno de los últimos ejemplos de artistas gallegos que están haciéndose un hueco en el panorama musical y dándose a conocer también fuera de las fronteras de la comunidad. La calidad de los músicos de Galicia siempre ha estado fuera de toda duda, pero ahora vivimos en una nueva ola en la que la música del país ha ido ganando un peso muy relevante dentro y fuera del territorio.

El diagnóstico de Galician Army es que el impulso de los festivales gallegos y su apuesta por los artistas locales se ha destapado como un elemento definitivo, pero Sergio va más allá en su evaluación. “Sobre todo vemos que hay cero rivalidad entre los artistas emergentes. Hay muy buen rollo, unos tiramos de otros, hacemos colaboraciones, cuando uno ofrece un concierto otro va de telonero… Hay mucho apoyo. Y que el público cada vez más tiene una mentalidad más abierta. Antes tal vez una parte del público no escuchaba música en gallego, pero ahora escuchan un montón, también porque hay más variedad”. 

“La clave de una escena sana son las buenas relaciones entre todos. No sé cómo se llevaban hace 20 años, pero podemos contar lo que vivimos ahora. Hace unos años no entrábamos en la categoría de músicos, sino en la de DJ, pero ahora tenemos la faceta de músicos y de banda, y la acogida que tuvimos fue buenísima”, añade Alberto, que también pone el foco en todos los estilos que se dominan hoy en Galicia: “Hay gente que hace merengue, pop, indie, rock, electrónica…hay absolutamente de todo, y mucho que explorar en el campo de la composición y con los instrumentos tradicionales. Entre eso, los festivales y un público más receptivo, todo ayuda”. 

Otro punto a tener en cuenta es librarse de los complejos, algo en lo que antes podían caer muchos artistas. “Siempre hay que hacer lo que te gusta, disfrutar lo que haces, y no agobiarte. Nosotros al principio pensábamos en hacer cosas, pero no en lo que nos gustaba a nosotros, sino en lo que se escuchaba en ese momento. Si haces cosas pensando solo en triunfar con el gran público, no es la manera correcta”. Palabra de Galician Army. Quédense con el nombre, porque van a oirlo mucho. Y bailarlo más.